El Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori presenta la muestra de "Aranovich en el Sívori, Antología de obras 1984-2014", retrospectiva de la artista argentina Claudia Aranovich del 5 de julio al 17 de agosto.
La inauguración oficial es el sábado 12 de julio a las 12 hs. en la sede del museo, Av. Infanta Isabel 555, frente al puente del Rosedal de Palermo. Podrá visitarse de martes a viernes de 12 a 20 hs. y sábados, domingos y feriados de 10 a 20 hs.
Con una presencia constante en la escena artística, la producción Claudia Aranovich luce sólida y homogénea en una interesante interacción entre lenguaje formal y contemporáneo, entre la abstracción y la pura expresión.
Esta muestra constituye una mirada retrospectiva que incluye esculturas, instalaciones, relieves, objetos lumínicos y una videoinstalación. La exhibición recorre los puntos de inflexión de la carrera artística de Aranovich y reúne piezas significativas de distintas épocas, obras paradigmáticas que representan distintos momentos.
Futurama, Vidrio de parabrisas roto y recubierto con resina |
Aranovich, ganadora del Primer Premio de Escultura en el Salón de Artes Plásticas “Manuel Belgrano” 2012, utiliza el juego entre lo natural y lo artificial, creando una obra rica y diversa con apelaciones a la memoria en las que destaca el uso de resinas transparentes en combinación con maderas, metales y otros materiales a los que confiere una impronta orgánica.
“Conos y esferas, figuras geométricas que aluden a nuestra situación geográfica, elementos rituales y simbólicos, las tramas que forman la memoria, la nostalgia, son algunos de sus temas recurrentes”, señala Patricia Rizzo.
La muestra se da en el marco del lanzamiento del libro de la artista –de cuidada edición bajo el sello de Mecenazgo– prologado por las críticas de arte Elena Oliveras y Nelly Perazzo.
Natural/Artificial, Vidrio de parabrisas trizado y recompuesto con resina, madera, metales, raíces |
Justamente, el texto “Materia y memoria”, de Elena Oliveras, acompaña la exhibición:
“La materia tiene en Claudia Aranovich un efecto de seducción. A lo largo de más de treinta años se ha sentido motivada por sus transmutaciones, su contenido mágico, su ‘memoria’. Los requerimientos de la materia conducen el trabajo manual. No hay manipulación sino respetuoso juego, cuerpo a cuerpo, con los elementos en el que se reaviva una familiaridad ancestral, ligada a lo cultual.
Raíces, semillas, brotes, caparazones, conchas marinas, fósiles, plumas, ramas, musgos y piedras dialogan con materiales industriales como yeso, vidrio, fibra de vidrio, cemento, resina poliéster, acrílico, gasa, papel o leds. Los opuestos se vuelven complementarios. Cada uno resaltará la presencia del otro.
Esculturas en resina, cobre, hierro y madera, 2004
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En su conjunto, la producción de Aranovich promueve una interpretación simbólica. Su centro es lo humano. Así, tanto la forma del caparazón como la de la semilla connotan matriz del cuerpo femenino, órgano que eclosiona como receptor de vida ligado a la sexualidad. La voluntad ‘arqueológica’ de la artista devela pacientemente, capa por capa, lo que en la superficie no vemos. Es preciso traspasar veladuras y opacidades para iluminar restos de la memoria individual y colectiva, como si una maraña de productos naturales aglutinados por la resina poliéster y flotando en un mar de líquido amniótico nos provocaran a desocultar el misterioso contenido. La naturaleza (de lo que somos parte) ‘habla’ y hoy más que nunca reclama ser escuchada.”
Artista especializada en escultura e instalaciones, Claudia Aranovich nació en Buenos Aires en 1956, estudió arquitectura en la UBA y dibujo y pintura, escultura, talla, y diversas técnicas escultóricas con distintos artistas argentinos, entre ellos Ana Eckell, Jorge Gamarra y Leo Vinci. Entre 1981 y 1983 participó en grupos de investigación creativa dirigidos por Emilio Renart.
Entre muchas otras, obtuvo las siguientes distinciones: Primer Premio Salón Nacional de Escultura; Primer Premio Escultura Salón de Artes Plásticas “Manuel Belgrano”; Primer Premio Monumento a la Humanidad de Resistencia, Chaco. Fue becaria de la Fundación Pollock (Estados Unidos), de la Fundación Antorchas, del Fondo Nacional de las Artes y de la Secretaría de Cultura de la Nación.
Como artista, residió en España, los Estados Unidos e Inglaterra en distintas oportunidades, donde realizó esculturas y proyectos site-specific. Sus obras forman parte de colecciones públicas de los Estados Unidos, Inglaterra y Argentina, así como de colecciones privadas de varios países.