La muestra presenta una serie de técnicas mixtas realizadas en 2015, entre “escudos grandes” y obras de pequeño formato, de la artista ecuatoriana Isabel Espinoza, quien autorrefiere sobre su obra: “Todo está obscuro...muy obscuro...desorbito mis ojos, no distingo nada, respiro profundo... me dejo sentir, escucho, agudizo mis oídos, hay tantos sonidos, voy descifrando el silencio, reconociendo su origen, me dejo llevar... ya casi no siento, no oigo, no respiro, estoy flotando en el aliento de un mundo paralelo”.
Mundos paralelos “es fruto de una labor intensa y cuidadosa realizada especialmente para las salas del Museo Eduardo Sívori. Su trabajo se funda en una investigación metódica donde explora las relaciones humanas y sus orígenes. Las fronteras entre la ciencia y el arte son desdibujadas, logrando así, un dialogo constante entre el arte y la antropología“, señala Laura González, integrante del equipo de Investigación y Archivo del Museo Sívori. Y agrega: “Siendo uno de sus principales soportes el papel, que ella misma elabora, retoma en ese proceso el vínculo con una herencia ancestral, ligada a la creación, e íntimamente unida a la tierra. En este sentido indaga el modo en que debemos proteger estos códigos de identidad. Defendiendo y preservando así, lo más genuino de nuestras costumbres“.
En la obra de Isabel Espinoza “los diferentes soportes constituyen campos de realidad, las distintas transparencias que posibilita el papel, son a la vez recurso y discurso de una manera metafórica, donde plantea las formas en las que el hombre se desenvuelve en el mundo. Lo mismo ocurre con los tratamientos plásticos que utiliza, nos lleva a pensar en los seres humanos, hay que rasgar, hurgar y profundizar para encontrar el movimiento interior“, destaca Laura González. “Una figura primigenia es la trama central en sus composiciones, a veces la encontramos dentro de un escudo que simboliza una forma de proteger la identidad individual.
En otras obras esta imagen primaria, se transforma en energía que vibra. Como células agitadas por un impulso vital, se desplazan con gran dinamismo del centro al borde, y del borde al centro.
De manera inquieta, se agrupan y se dispersan, para volver a encontrarse. En un gesto esperanzador, la artista teje puentes, que desborda y muta en una fuerza positiva, explorando con un discurso fuerte, sensible, y honesto los temas que la inquietan profundamente. Un hilo transparente, una trama invisible une estos mundos paralelos en un todo universal”.
La muestra podrá visitarse hasta el 16 de agosto, martes a viernes de 12 a 19 hs. y sábados, domingos y feriados de 10 a 19 hs. en Av. Infanta Isabel 555, frente al puente del Rosedal de Palermo. Entrada: $10. Miércoles y sábados: gratis.
De manera inquieta, se agrupan y se dispersan, para volver a encontrarse. En un gesto esperanzador, la artista teje puentes, que desborda y muta en una fuerza positiva, explorando con un discurso fuerte, sensible, y honesto los temas que la inquietan profundamente. Un hilo transparente, una trama invisible une estos mundos paralelos en un todo universal”.
La muestra podrá visitarse hasta el 16 de agosto, martes a viernes de 12 a 19 hs. y sábados, domingos y feriados de 10 a 19 hs. en Av. Infanta Isabel 555, frente al puente del Rosedal de Palermo. Entrada: $10. Miércoles y sábados: gratis.