24 de octubre de 2015

Dos exposiciones en la Fundación Kemm: “Mildred Burton - Laura Codega. Retratos” y “La edad del hierro” de Débora Pierpaoli


La Fundación Federico Jorge Kemm, ubicada en M. T. de Alvear 626, inaugura dos exposiciones: “Mildred Burton - Laura Codega. Retratos”, con la curaduría de Ana Gallardo y Guillermina Mongan, y “La edad del hierro” de Débora Pierpaoli, el martes 27 de octubre a las 19 hs.  

“En los trabajos de Laura Códega y Mildred Burton seleccionados para esta muestra, la pregunta por la transformación con y a través del otro (los/as otros/as) o el devenir de las identidades, resulta inevitable. No sólo por la evidencia de pertenecer a lo que se ha denominado género retrato, sino porque son las mismas imágenes (rostros) presentes en ellos las que, con pequeños gestos que operan como interrupciones visuales de lo ‘naturalizado’ (una falange que cuelga como relicario, una espina que nace de una oreja, una joya que tapa una herida de un rostro) o con explícitas ‘monstruosidades’ (no sólo el ‘monstruo’ entendido como la mixtura del animal y el humano, sino como aquello que desborda y pone en cuestión lo normado) desocultan lo abyecto, lo irreverente, lo que se escapa sin cesar de su propia forma para perturbar cualquier comodidad estanca de lo entendido como ‘normal’, ‘natural’ o ‘humano’ que no permita la convivencia de todo aquello que quiera y pueda ser habitado. Aún cuando el intentar nombrarlo sea el acto más escurridizo.” fragmento de texto de Guillermina Mongan.

“En el mundo iconográfico de Débora Pierpaoli son insistentes formas que bajo los contornos de perros, libros y bustos conforman aquello que aguda y bellamente percibió Santiago Garcia Navarro como un vasto imaginario infantil, errático y traumatizado; sin embargo una serie de desplazamientos, y grietas han cristalizado otras vías por las que su trabajo circula y se adhiere en el transcurso de los últimos dos años.
(…)
El corpus de obra que compone La Edad del Hierro fue realizado por Débora de manera inconsciente y sin referentes visuales exteriores demasiado específicos, salvo el caso citado. Imágenes que fueron tomando forma del mismo modo en el que se recuerdan los sueños, a partir de fragmentos, anotaciones, caminos interrumpidos; claramente las hizo mirando un pasado difuso, inventado, de humores beligerantes en los que siempre sobreviene la muerte.
Probablemente la imposibilidad de imaginar el futuro sea el rasgo que nos distinga como vivientes históricos, entonces son todos los Pasados -propios, ajenos, documentados, fabulados- el único capital disponible para ser ocupado por una fuerza melancólica que necesita romper todo, otra vez.” fragmento de texto de Florencia Qualina.