1 de junio de 2015

Propuesta de miau miau para arteBA


miau miau. El eco loco del nombre habla de algo sustancial: siempre hubo en nuestra galería una tensión entre dos tendencias o principios activos en el arte contemporáneo. Nuestra propuesta para arteBA se propone explicitarlos por medio de un montaje doble, bajo la protección de un artista que es la estrella regente de nuestra galaxia: Jorge Gumier Maier.
Desde sus inicios, miau miau se posicionó como hospital de campaña de algunos de los artistas que sobrevivieron a la gesta de Gumier en el Rojas. Un hospital de campaña con sede en un contexto transformado, en el que algunos de los artistas que se reconocían en la rebeldía del Rojas buscaban cierta negociación con el vocabulario conceptual del que la generación anterior había huido rabiosamente. Esta tensión entre autenticidad romántica y coqueteo con un conceptualismo al que se le quiere inyectar cierta sensualidad es rastreable en el programa de exhibiciones que hicimos en estos seis años. Nuestra propuesta para arteBA se propone representar esta tensión, polarizándola acaso artificialmente.
El primer montaje representa más claramente la pulsión existencial y romántica, una concepción del arte como expresión de una experiencia, un amor por las técnicas, la tradición y el oficio que bordea la veneración. Presentamos cuatro pintores que ya han dado sobradas muestras de destreza (Passolini, Pedraza, Prebisch, Vecino) y una artista que cultiva un oficio tradicionalmente femenino: el bordado (Berakha). Los cinco se han esmerado por dominar su técnica, por honrarla y perfeccionarla. Los cinco hacen explícitas referencias a una historia del arte en la que encuentran inspiración, modelos, un horizonte.
El segundo montaje reúne artistas que piensan su tarea en diálogo con el mandato del proyecto (Drake, Pires, Rondolini, Szalkowicz, Zorraquín). En las propuestas de estos cinco artistas la inquietud conceptual parece disolver algunas de las certezas que guían el trabajo de los otros. Mejor aún: las preguntas que se hacen los llevan a cuestionar la tradición o el lenguaje en el que se inscriben y a discutir las técnicas que emplean, antes que a venerarlas.