2 de marzo de 2015

El Centro Cultural Recoleta comienza la temporada con varias exposiciones, que inauguran el 5 de marzo

El Centro Cultural Recoleta y la Embajada de España presentan la exposición “La Bestia” de la fotógrafa Isabel Muñoz.
Esta exposición nace del proyecto personal de Isabel Muñoz que a lo largo de los últimos 3 años ha realizado tres viajes a la frontera sur de México. En compañía del periodista salvadoreño Óscar Martínez, ha visitado las ciudades de Arriaga, Chiapas e Ixtepec, Oaxaca, haciendo el recorrido entre estas dos, subidos en el tren acompañando el viaje de los migrantes centroamericanos.
El objetivo de la exposición es describir el viaje del migrante desde la perspectiva de la fotógrafa y sus acompañantes. Las relaciones humanas y las historias personales de los retratados conforman un mapa que se traza no solo a partir del tránsito del migrante, sino de los que ahora los observan y que no pertenecen tampoco a este territorio “de paso”.
En este sentido, la exposición pretende suscitar tres niveles de lectura: el primero es generado por la selección fotográfica, que considera la descripción contextual del territorio y de manera general la situación desarrollada a partir del tren, pero que al mismo tiempo va poniendo cara a historias específicas y acompasando un “tiempo real” al desenvolvimiento de lo habitual cotidiano de esa frontera. El segundo contempla el registro hecho por Andrés Villalobos y Eduardo Olivares en video. La imagen en movimiento imprime otro ritmo a la forma de contar el viaje que supone tomar el tren en la frontera Sur y el tercero busca por medio de un punto de documentación, dar las herramientas al visitante para una comprensión más amplia de este fenómeno.

La muestra “La mirada de Ulises. Obras 2012-2014” de la artista Diana Dowek, se presenta en la sala J.
El Film del cineasta griego Theo Angelópoulus  La Mirada de Ulises fue  un desencadenante para  la realización de esta serie de trabajos, que remiten a un arco amplio de nuestra realidad actual.  Realidad, ficción, verdad y falsedad están  expresadas en estas obras como interrogantes que llegarán a la visión del espectador, quien a partir de su mirada crítica, observará estas dualidades desde el punto de vista de la imagen y también en el uso de las técnicas.
La combinación de fotografía “realidad” y pintura “ficción” o manipulación de la misma a partir de la transferencia fotográfica sobre el soporte tela le permite  a la artista abordar temáticas contemporáneas como: recursos naturales o  bienes comunes, desastres no naturales, conflictos y guerras.
“Que verían hoy los ojos de Vladimir Illich, regresando en una barca que se desliza por los mares del mundo… tanto dolor, tanto terror e,  injusticia, como cuando regresó a principios del siglo XX y se aprestaba a dar vuelta la historia”.
 “El Viaje es siempre un retorno / La historia no tiene fin” Theo Angelopoulos cineasta griego contemporáneo, autor de “La mirada de Ulises”.

Marcos Bertucelli presenta “Abintestato” en la sala 11, un diálogo entre diferentes técnicas donde la fotografía, la escultura y el video instalación se conjugan para reflexionar acerca de las herencias. Marcos Bertucelli hace incapié en aquellas herencias que no hace falta escribirlas en ninguna parte ya que su existencia es innegable.
La muestra pone en primer plano aquello que a veces uno elige no mirar. Al artista le interesan los detalles, aquellos elementos que toman la parte por el todo y lo representan.

“Lo semejante produce lo semejante” de Malena Pizani se presenta en la sala 12. La artista sigue explorando su interés acerca del uso de objetos y a la realización de puestas en escena ya desplegados en trabajos anteriores. En esta ocasión, presenta una serie de fotos que desarrolla la idea de una relación de carácter mágico entre los elementos que las componen. 

En la sala Historieta se presenta “Plastificados y otros versos” de Silvia Lenardón. Consta de pequeñas piezas de dibujos que van armando un todo. Los dibujos son fotocopias de originales que además fueron plastificadas siendo cada parte una especie de metonimia mientras que la suma de cada una conforma el todo, una composición o paisaje. Estos dibujos replican otros dibujos, no siempre propios, que van mutando y que a su vez son fotocopiados y establecen un diálogo formal entre ellos, diálogo fragmentado, como los textos que también se fragmentan, de Silvina Ocampo, Delmira Agustini, Clarice Lispector, Emily Dickinson, aparejando así un sinsentido tanto en lo argumental como en lo visual.

Irene Banchero presenta “Umbral” en Microespacio, una obra efímera, desarrollada sobre el plano del muro de una sala con la intención de captar la atención de un público pasajero, como un fugaz juego de ilusión óptica, un juego de colores y brillos que busca un instante de sorpresa y comunión. Umbral es una obra luminosa y veloz para un espectador sorprendido y entusiasmado por este fugaz resplandor. La obra se inscribe en una tradición personal de objetos construidos como juegos de colores y espejos, un juego formal que contiene en sí algo de la permanente sorpresa que provoca toda obra cuando funciona como ruptura de cualquier continuidad monótona y desesperanzada.

En las salas 1 y 2 se presenta “Los infantes en el Paraíso” de Cecilia Méndez Casariego. La muestra consta de cinco esculturas, cinco cabezas de bebés previas al lenguaje articulado. Las dimensiones de las mismas no coinciden con las de la realidad, siendo estas mayores en proporción. La impronta de color de cada una es distinta emparentando el color a la emoción, a los gestos; a la sorpresa. Algunos cierran sus parpados y otros miran con asombro. Las cuatro arcadas que posee la sala 1 serán utilizadas para disponer las cabezas sobre bases de madera: se verán de manera frontal frente a las arcadas, así jerarquizando cada una en particular: el volumen de sus nucas podrán ser vistas desde el patio exterior.

Todas las muestras inauguran el jueves 5 de marzo a las 18 hs. y se pueden visitar de martes a viernes de 13.30 a 20.30 hs. y sábados, domingos y feriados de 11.30 a 20.30 hs. hasta el domingo 5 de abril en el Centro Cultural Recoleta, Junín 1930, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.