El viernes
11 de octubre se
abre al público en UADE
Art la exposición "Colgados
de la red. La experiencia real de lo virtual", de las
artistas Ileana
Hochmann y Andrea
Moccio, dos destacadas representantes del arte
argentino.
La muestra está integrada por un conjunto de
obras en las cuales el papel -materia base de las creaciones de ambas-
logra concretar la inmaterialidad del mundo virtual.
La exhibición propone un cambio en la concepción de lo virtual de la red, planteado como oposición a lo tangible y físico del mundo real. La obra de estas artistas rompe esta dualidad, sumergiendo al espectador en un mundo de extrañamiento donde lo intangible se hace tangible y la virtualidad se materializa, brindando la posibilidad de concretar la fantasía de habitar un espacio en el que las entidades cibernéticas adquieren corporeidad.
Uno de los logros más interesantes de la obra de Hochmann y Moccio es la revalorización del papel como material imprescindible para la obra de arte. El papel ha sufrido un desplazamiento frente a los medios digitales; la cultura contemporánea, devoradora de tecnología, lo está desechando en muchos ámbitos. Estas artistas lo rescatan para volver a dotarlo de significado. Aquí, el papel se constituye en sí mismo en materia de experimentación, pasa a otra dimensión, trascendiendo su función de soporte para transformarse en objeto artístico.
Ambas artistas utilizan la serigrafía como capital creativo, como proceso que, desde lo artesanal, las vincula con lo experimental, lo lúdico y el azar.
Ileana Hochmann, transforma el papel en un objeto tridimensional, lo enrolla, lo anuda, lo cuelga, y le imprime un grafismo de fuerte carga poética, jugando con el espectador para que complete su obra
La exhibición propone un cambio en la concepción de lo virtual de la red, planteado como oposición a lo tangible y físico del mundo real. La obra de estas artistas rompe esta dualidad, sumergiendo al espectador en un mundo de extrañamiento donde lo intangible se hace tangible y la virtualidad se materializa, brindando la posibilidad de concretar la fantasía de habitar un espacio en el que las entidades cibernéticas adquieren corporeidad.
Uno de los logros más interesantes de la obra de Hochmann y Moccio es la revalorización del papel como material imprescindible para la obra de arte. El papel ha sufrido un desplazamiento frente a los medios digitales; la cultura contemporánea, devoradora de tecnología, lo está desechando en muchos ámbitos. Estas artistas lo rescatan para volver a dotarlo de significado. Aquí, el papel se constituye en sí mismo en materia de experimentación, pasa a otra dimensión, trascendiendo su función de soporte para transformarse en objeto artístico.
Ambas artistas utilizan la serigrafía como capital creativo, como proceso que, desde lo artesanal, las vincula con lo experimental, lo lúdico y el azar.
Ileana Hochmann, transforma el papel en un objeto tridimensional, lo enrolla, lo anuda, lo cuelga, y le imprime un grafismo de fuerte carga poética, jugando con el espectador para que complete su obra
Ileana Hochmann nació en Buenos Aires y se radicó con su familia en Río de Janeiro a principio de los años sesenta. Estudió en el Museo de Arte Moderna y en la Escuela de Artes Visuales de Rio y amplió sus conocimientos y trabajo en los talleres con destacados maestros como Ivan Serpa, Federico de Moraes, Evany Cardoso y Fernando Cocchiarale entre otros.
Ha expuesto su obra en exposiciones en Brasil, Argentina, Francia, Dinamarca e Italia. Su obra integra colecciones públicas y privadas en Brasil, Argentina, Italia, Alemania y Dinamarca. Hoy tiene su atelier en Buenos Aires y Rio de Janeiro y está radicada en Buenos Aires.
Ha recibido menciones en Graveurs Cariocas au bord de la Seine, en el Salón de Arte Moderna de Rio de Janeiro y en la Sala Palestrina, Roma con la obra "Nós/Nudos no Rio de Janeiro, Nós/Nudos no Rio da Plata".
Andrea Moccio nació en Buenos Aires, estudió en la escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y en los talleres de Matilde Marín, Alfredo Portillos y Diana Aisenberg. Trabajó en los talleres interdisciplinarios de Christian Boltanski, en la Escuela de Bellas Artes de París, y en el taller de edición de obra gráfica en serigrafía de Manuel Bello, en el Centro Arteleku, San Sebastián, España. Ha expuesto su obra en Buenos Aires, Nueva York, Milán, Basilea, México y otros importantes escenarios. Entre sus distinciones, se cuentan: Mención especial, Premio Trabucco de Gráfica y Mención, Salón Municipal de Grabado.
La muestra, curada por Patricia Naftulewicz, Clara Ortega y Graciela Poletti, abre al público a partir del 11 de octubre y se puede visitar hasta el 6 de diciembre en Lima 775, de lunes a viernes de 12 a 20 hs.