Proximamente, en el Barrio de San Telmo, se inaugura un nuevo museo en Buenos Aires, el Museo del Expresionismo Edmund Valladares.
Valladares es un artista integral: cineasta, dibujante, docente, ensayista, escultor, plástico. El museo brindará expresionismo en todas sus formas, integralmente, coherente con su historia y su forma de enseñar, de la que pueden dar fe la cantidad innumerable de discípulos que pasaron y continúan asistiendo a sus talleres.
Valladares es un artista integral: cineasta, dibujante, docente, ensayista, escultor, plástico. El museo brindará expresionismo en todas sus formas, integralmente, coherente con su historia y su forma de enseñar, de la que pueden dar fe la cantidad innumerable de discípulos que pasaron y continúan asistiendo a sus talleres.
“El expresionismo ha sumado, desde su prehistoria hasta la postmodernidad, el contenido visceral de lo más profundo y esencial de cada creador.
Hoy conocemos, a través del Guernica de Picasso, el horror fratricida del pueblo español, de la misma manera que en las obras de Goya que retratan los fusilamientos de 1812. En el expresionismo está siempre implícita la realidad desnuda.
El núcleo de esta escuela surge de las necesidades que tuvieron Picasso, Goya, Munch, Kafka, Schönberg o el arquitecto Mendelsohn, entre tantos; estas necesidades no se pueden explicar con el estilo anterior, por lo tanto, los artistas rompen con el lenguaje previo y crean otros, que con el paso del tiempo le añaden nuevos códigos a aquellos lenguajes precedentes.” explica el actual director del Museo Expresionista Edmund Valladares arquitecto Pablo Selemin.
Y más adelante agrega: “En Argentina, el movimiento expresionista nace de múltiples formas heredadas de Europa y de la realidad de un continente con la riqueza de sus pueblos multifacéticos, donde el centro de gravedad fue la obra de los muralistas mexicanos, que derramó también su influencia sobre los autores argentinos. Vale destacar los grabados de Vigo, las prostitutas de Spilimbergo, la soledad del inmigrante de Daneri o los barrios de Pacenza, sin dejar de lado las técnicas mixtas de Antonio Berni para explicar las migraciones internas.
En las últimas décadas aparece la obra convulsionada de Alberto Greco, las grafías de la nueva figuración de De la Vega, el fauvismo exultante de Carlos Gorriarena, entre tantos otros grandes dibujantes y pintores que nuestro país aportó a esta generación.”
Hoy conocemos, a través del Guernica de Picasso, el horror fratricida del pueblo español, de la misma manera que en las obras de Goya que retratan los fusilamientos de 1812. En el expresionismo está siempre implícita la realidad desnuda.
El núcleo de esta escuela surge de las necesidades que tuvieron Picasso, Goya, Munch, Kafka, Schönberg o el arquitecto Mendelsohn, entre tantos; estas necesidades no se pueden explicar con el estilo anterior, por lo tanto, los artistas rompen con el lenguaje previo y crean otros, que con el paso del tiempo le añaden nuevos códigos a aquellos lenguajes precedentes.” explica el actual director del Museo Expresionista Edmund Valladares arquitecto Pablo Selemin.
Y más adelante agrega: “En Argentina, el movimiento expresionista nace de múltiples formas heredadas de Europa y de la realidad de un continente con la riqueza de sus pueblos multifacéticos, donde el centro de gravedad fue la obra de los muralistas mexicanos, que derramó también su influencia sobre los autores argentinos. Vale destacar los grabados de Vigo, las prostitutas de Spilimbergo, la soledad del inmigrante de Daneri o los barrios de Pacenza, sin dejar de lado las técnicas mixtas de Antonio Berni para explicar las migraciones internas.
En las últimas décadas aparece la obra convulsionada de Alberto Greco, las grafías de la nueva figuración de De la Vega, el fauvismo exultante de Carlos Gorriarena, entre tantos otros grandes dibujantes y pintores que nuestro país aportó a esta generación.”