Hasta el 28 de agosto se puede visitar la exposición “Las ciudades invisibles, una mirada” de Pablo Ruiz que se exhibe en el espacio confitería del Museo Eduardo Sívori, Av. Infanta Isabel 555, frente al Rosedal de Palermo.

El conjunto de obras que la conforman “constituye una amalgama generada en el tiempo y es la consecuencia de un largo proceso que conjuga inquietudes de carácter personal y estéticas. Nos revela un itinerario por un pensamiento plástico que da lugar a estas escenas urbanas que se nutren de su imaginario. El tema no se agota, se renueva, es decir cambian los materiales, los tamaños y los sueños, se le impone una nueva realidad”, señala Cecilia Nicolini curadora de la muestra y añade: “En sus series de técnicas mixtas, estas inéditas creaciones donde el texto se convierte en forma artística, se caracterizan por la variedad de formatos que dan lugar a diversas lecturas. El artista construye sus soportes en chapas de hierro y bronce, maderas, cerámicas, elabora sus propios colores con pigmentos, utiliza óleos y acrílicos. Textura y materia conviven de forma indisoluble en el lenguaje del artista. Las ciudades invisibles, son obras de la imaginación, no siguen un canon establecido, no son proyectos arquitectónicos ni urbanísticos, más bien plantean una trama cartográfica urbana que pone de manifiesto la complejidad y la dinámica entre los distintos formatos y la variedad de formas en las que es posible habitarlas”.
