El jueves 6 de junio a las 19 hs. se inaugura en la sala 26 del Centro Cultural Borges la muestra "Versión personal sobre Oliverio Girondo" del artista Eduardo Barares.
Se trata de un conjunto de pinturas, algunas de gran tamaño, en las que Barales logra plasmar su particular versión de los textos del destacado poeta argentino.
Se trata de un conjunto de pinturas, algunas de gran tamaño, en las que Barales logra plasmar su particular versión de los textos del destacado poeta argentino.
Eduardo Barales es médico, artista plástico y filósofo. Desde hace años desarrolla tareas que buscan integrar la medicina, el arte y la filosofía.
En ese sentido, afirma Barales: "La pintura movilizó mi inconsciente e hizo surgir en mí imágenes que arrojaron luz, el arte me ayudó a encontrar respuestas. Solventé mi carrera médica como ayudante quirúrgico del doctor Eldo Bilesio, discípulo de Enrique Finochietto. Cuando vio mis diseños me propuso que le hiciese dibujos para ilustrar sus clases. Seguimos así, hasta que un día me pidió con entusiasmo: ¡Quiero un dibujo de una peritonitis, pero con colores! Bilesi nunca se enteró, pero ahí hice un descubrimiento asombroso que cambió y enriqueció mi vida como hombre y como médico: descubrí la pintura. Y ya nada fue como antes".
En ese sentido, afirma Barales: "La pintura movilizó mi inconsciente e hizo surgir en mí imágenes que arrojaron luz, el arte me ayudó a encontrar respuestas. Solventé mi carrera médica como ayudante quirúrgico del doctor Eldo Bilesio, discípulo de Enrique Finochietto. Cuando vio mis diseños me propuso que le hiciese dibujos para ilustrar sus clases. Seguimos así, hasta que un día me pidió con entusiasmo: ¡Quiero un dibujo de una peritonitis, pero con colores! Bilesi nunca se enteró, pero ahí hice un descubrimiento asombroso que cambió y enriqueció mi vida como hombre y como médico: descubrí la pintura. Y ya nada fue como antes".
En las obras de Eduardo Barales hay un estrecho vínculo con la filosofía, desde una búsqueda de compresión, desde una apertura del pensamiento, y desde un diálogo filosófico que hace que caigan paredes infranqueables y se abran puertas inprevisibles, creando nuevas síntesis de conocimiento.
A propósito de esta muestra, expresa Barales: "Creo haber conocido a Oliverio en una de sus tertulias interminables, allá por la calle Suipacha, rodeado de amigos: Macedonio Fernández, García Lorca, Dalí, Rafael Alberti, José Ingenieros, Neruda, y hasta el mismo Nietzsche, que también la frecuentaba. En esa exaltación alquímica surgían poderes verbales y de sus palabras fusionadas, transmutadas, aparecieron imágenes, que aquí se muestran".