A partir del año 2008 en el ámbito del Hospital de Infecciosas F. J. Muñiz existe una comisión que tiene a su cargo las tareas de proteger, preservar y promover el Patrimonio Arquitectónico e Histórico-Cultural Tangible e Intangible de esta Institución. Así fue como en el transcurrir de dichas actividades cobró vida el Museo Muñiz.
Dentro de las funciones de este museo surgió la intención de hacer accesible a los pacientes y al personal de salud, obras de arte que usualmente circulan por otros ámbitos tradicionales de difusión, como galerías y museos, tomando como punto de partida una experiencia realizada por los artistas plásticos Alicia Herrero y Leandro Torres, en un pasillo del Hospital en el año 2003. En este sentido se estudió la idea de adecuar un espacio habitualmente utilizado como sala de espera para que al mismo tiempo funcione, conviva, como un lugar donde realizar exhibiciones de artes visuales tales como pintura, dibujo, fotografía u otras expresiones.
Se realizan tres exhibiciones por año, de cuatro meses de duración cada una, contando con la colaboración de artistas visuales dispuestos a participar del proyecto. Para la inauguración del espacio en el Día Internacional del SIDA del 2009 se exhibió la obra de Alejandra Fenochio/Todos hablan de mi jardín. Posteriormente se sucedieron las muestras de Juan Lado, Oscar Salarí, Leandro Torres, Marcos López, Verónica Mastrosimone / Esteban Widnicky, Sub Cooperativa de Fotógrafos, Yaya Firpo, Gabriel Glaiman, Ignacio Sourrouille, Marcela Cattaneo.
Dentro de las funciones de este museo surgió la intención de hacer accesible a los pacientes y al personal de salud, obras de arte que usualmente circulan por otros ámbitos tradicionales de difusión, como galerías y museos, tomando como punto de partida una experiencia realizada por los artistas plásticos Alicia Herrero y Leandro Torres, en un pasillo del Hospital en el año 2003. En este sentido se estudió la idea de adecuar un espacio habitualmente utilizado como sala de espera para que al mismo tiempo funcione, conviva, como un lugar donde realizar exhibiciones de artes visuales tales como pintura, dibujo, fotografía u otras expresiones.
Se realizan tres exhibiciones por año, de cuatro meses de duración cada una, contando con la colaboración de artistas visuales dispuestos a participar del proyecto. Para la inauguración del espacio en el Día Internacional del SIDA del 2009 se exhibió la obra de Alejandra Fenochio/Todos hablan de mi jardín. Posteriormente se sucedieron las muestras de Juan Lado, Oscar Salarí, Leandro Torres, Marcos López, Verónica Mastrosimone / Esteban Widnicky, Sub Cooperativa de Fotógrafos, Yaya Firpo, Gabriel Glaiman, Ignacio Sourrouille, Marcela Cattaneo.
En esta oportunidad se presenta “Grabados” de la artista plástica María Inés Tapia Vera.
La sala de espera del anexo de farmacia, es exclusiva para la entrega de medicamentos antirretrovirales para el tratamiento del HIV, sus características edilicias resultan favorables para la realización de exhibiciones.
La sala de espera del anexo de farmacia, es exclusiva para la entrega de medicamentos antirretrovirales para el tratamiento del HIV, sus características edilicias resultan favorables para la realización de exhibiciones.
Asisten en promedio 140 pacientes por día. Este espacio permanece abierto de lunes a viernes de 8 a 12hs y de 14 a 16 hs., mientras que los sábados lo hace de 8 a 12 hs.
Se estima que dicho proyecto permite una atención más humanizada del paciente, abarcando otras necesidades más allá de las que la medicina aborda habitualmente. En este sentido se trabaja con la hipótesis de que, al hacer del ámbito hospitalario un lugar con una impronta diferente a partir del acercamiento del arte a los pacientes, se estaría contribuyendo a una mayor adherencia a su tratamiento. Del mismo modo mejorarían las condiciones laborales del personal de salud, colaborando en la interrelación con los pacientes.
Ha resultado de especial valor para el desarrollo de la hipótesis planteada anteriormente los textos que los pacientes escribieron en el libro de visitas ubicado en la sala. Así como también la devolución que de esto hace no solo el personal que allí desarrolla sus tareas sino también los que visitan el espacio, pertenezcan o no a otras áreas del Hospital.
Se estima que dicho proyecto permite una atención más humanizada del paciente, abarcando otras necesidades más allá de las que la medicina aborda habitualmente. En este sentido se trabaja con la hipótesis de que, al hacer del ámbito hospitalario un lugar con una impronta diferente a partir del acercamiento del arte a los pacientes, se estaría contribuyendo a una mayor adherencia a su tratamiento. Del mismo modo mejorarían las condiciones laborales del personal de salud, colaborando en la interrelación con los pacientes.
Ha resultado de especial valor para el desarrollo de la hipótesis planteada anteriormente los textos que los pacientes escribieron en el libro de visitas ubicado en la sala. Así como también la devolución que de esto hace no solo el personal que allí desarrolla sus tareas sino también los que visitan el espacio, pertenezcan o no a otras áreas del Hospital.