La galería de arte Miau Miau Estudio presenta la exposición de Elisabet Sánchez, que inaugura el 30 de agosto a las 19.00 hs. en Bulnes 2705, ciudad de Buenos Aires.
"El rescate de un conjunto de obras que hace 17 años permanece oculto a toda mirada –la última vez que recordamos haberlas visto fue en una muestra colectiva en 1996–, transita la resbaladiza zona que va de la campaña arqueológica a la emotiva rememoración de un tiempo pasado y, quizás, pisado. La cosa se pone aún más densa cuando no se tiene noticia alguna acerca de su continuidad. El caso de Elisabet Sánchez es el de una joven creadora emergente en los años 90, que merced a una beca de perfeccionamiento en el primer taller instaurado por Guillermo Kuitca al inicio de la década, define las opciones de su estética y realiza sus primeras exposiciones, entre ellas una individual en mayo de 1992 en la hoy mítica Galería del Rojas, aquel espacio cultural de la Universidad de Buenos Aires que prohijó un conjunto de artistas ingresados ya en la historia del arte argentino contemporáneo, si es que la proposición soporta el oxímoron.
Esta instancia de desvelamiento de obra –en el doble sentido de desocultar y alcanzar el estado de vigilia, para lo cual hay que estar despierto– aletargada desde hace tanto en su casa familiar y en algunas memorias testimoniales, recobra de pronto visibilidad por la aventurada –y sin duda venturosa– ocurrencia de Gustavo Bruzzone de que en su colección de los 90 esta figurita le estaba faltando. La cadena de relaciones se estableció no sin dificultades –Elisabet hace unos cuantos años vive en España–, pero la mayor parte del tesoro estaba en Rosario, custodiado amorosamente por sus padres."
"…Su sensibilidad para con los materiales que la conducían a elegir cuidadosamente sus soportes hasta hacerlos emerger como parte principalísima de sus composiciones, su sensibilidad para armar sus diseños y la estrategia de los procedimientos en donde cada paso era calculado y ejecutado con delicada firmeza, su sensibilidad, por último, para relacionar cada una de sus piezas entre sí y con el espacio que circunstancialmente habrían de ocupar.
Y en esta convicción, aliento la esperanza de que esta no sea tan solo la recuperación de una obra de por sí instalada en un discurso histórico, sino que valorada por sus cualidades objetuales y conceptuales, contribuya a avivar el rescoldo creativo que seguramente nunca deja de arder en el corazón de un artista." Adriana Lauria, Buenos Aires, mayo de 2013.
Esta instancia de desvelamiento de obra –en el doble sentido de desocultar y alcanzar el estado de vigilia, para lo cual hay que estar despierto– aletargada desde hace tanto en su casa familiar y en algunas memorias testimoniales, recobra de pronto visibilidad por la aventurada –y sin duda venturosa– ocurrencia de Gustavo Bruzzone de que en su colección de los 90 esta figurita le estaba faltando. La cadena de relaciones se estableció no sin dificultades –Elisabet hace unos cuantos años vive en España–, pero la mayor parte del tesoro estaba en Rosario, custodiado amorosamente por sus padres."
"…Su sensibilidad para con los materiales que la conducían a elegir cuidadosamente sus soportes hasta hacerlos emerger como parte principalísima de sus composiciones, su sensibilidad para armar sus diseños y la estrategia de los procedimientos en donde cada paso era calculado y ejecutado con delicada firmeza, su sensibilidad, por último, para relacionar cada una de sus piezas entre sí y con el espacio que circunstancialmente habrían de ocupar.
Y en esta convicción, aliento la esperanza de que esta no sea tan solo la recuperación de una obra de por sí instalada en un discurso histórico, sino que valorada por sus cualidades objetuales y conceptuales, contribuya a avivar el rescoldo creativo que seguramente nunca deja de arder en el corazón de un artista." Adriana Lauria, Buenos Aires, mayo de 2013.