El jueves 21 de mayo a las 19:30 hs. se inaugura en el Centro Cultural Borges la muestra "Bialet Massé y el trabajo rural". La exposición propone trabajar con las imágenes de archivos existentes junto a las fotos que formaban parte del "Informe sobre el estado de las clases obreras argentinas" editado en 1904. Estas imágenes nos permitan visualizar la situación de los trabajadores hacia fines del siglo XIX y principios del XX. Asimismo se pretende indagar a través de diversos ensayos fotográficos las condiciones de trabajo actuales en el ámbito rural con las presentaciones de Matías Sarlo (Soja),Andrés Larrovere (Cosecha de uva) y Paula Jiménez (Raíz).
Las imágenes exhibidas forman parte del denominado "Informe sobre el estado de las clases obreras argentinas", encomendado por el entonces Presidente Julio Argentino Roca y el Ministro del Interior Joaquín V. González al abogado catalán Juan Bialet Massé, con el objetivo conocer las condiciones de trabajo en el interior de la República y así poder sentar las bases para una legislación obrera.
El 30 de abril de 1904, Bialet Massé presenta la primera parte del informe y solicita poder completar el estudio al cual incorporará fotografías de las provincias de Tucumán, Córdoba, San Luis, Mendoza y San Juan. A través de las imágenes del informe se puede visualizar la realidad económico social de la Argentina de la época, plena de potencialidades en cuanto al crecimiento y a su vez cargada de injusticias sociales que agudizan la conflictividad que preocupa a la élite gobernante.
En la exposición, la curadora Mariela Staude reflexiona sobre el complejo sistema de representación fotográfica que entra en juego en el informe. Por un lado se nota la concepción, ya plenamente instaurada en la época, de que todo relevamiento, informe o peritaje debía ir acompañado por fotografías que sirvieran como prueba de aquello que se estaba investigando. La imagen mecánica que había llegado de la mano de los adelantos tecnológicos del siglo XIX se impondrá como una herramienta esencial al orden de la ciencia, de la ley y del poder. El entusiasmo por este dispositivo es manifestado directamente en varios pasajes del informe y, además, el hecho de incorporar a la fotografía en el segundo viaje, que realiza para completar sus observaciones, permite pensar que el Dr Bialet lo considera un instrumento necesario para mejorar su informe. Sin embargo, una de las cuestiones que pueden observarse es que pocas veces las fotografías sacadas por Rosich, o por el propio Bialet, logran constituirse como pruebas de denuncia de las condiciones de vida y trabajo de los obreros.
Este hecho podría explicarse de diferentes maneras. En primer lugar, porque hay situaciones que no son fotografiables (la extensa jornada de trabajo, el escaso salario, los abusos de las proveedurías, la acción del polvo en los pulmones, los accidentes de trabajo, la mezquindad de los patrones, el calor agotador, la negociaciones entre obreros y patrones). Pero también porque todavía no hay una tradición, en el país, de una fotografía testimonial de denuncia.
Lo cierto es que el informe es rico en descripciones de toda índole que no pasan a las imágenes. En ellas parecen pesar más ciertos formalismos y rutinas que provienen de la fotografía artística y de formas de ver que fueron moldeadas por los géneros como el paisaje. Tanto los escenarios naturales como las construcciones edilicias, o los hombres y mujeres que aparecen en las tomas son registrados mediante planos abiertos, vistas panorámicas y una composición de la imagen que prioriza la armonía entre los elementos que presenta. No hay primeros planos de los rostros ni de las manos, no encontramos fotografías de los interiores de las viviendas, no vemos cuerpos desnutridos ni cansados, no se expone el trabajo infantil ni tantos otros aspectos que son el núcleo duro de la denuncia que da cuerpo al informe.
Las estrategias comunicativas o expresivas se construyen en el cruce entre el testimonio y la práctica "artística". La imagen mecánica como registro objetivo de la "realidad", tal como la entiende el pensamiento positivista predominante en la época, y al que adhiere el autor, estará atravesada por procedimientos que ponen en un lugar central la sensibilidad estética. El informe de Bialet Massé es también un testimonio de lo difícil que resulta fotografiar al mundo del trabajo y a sus protagonistas.
La segunda parte de la exposición presenta los ensayos fotográficos de Matías Sarlo(Soja), Andrés Larrovere (Cosecha de uva) y Paula Jiménez (Raíz).
En esta parte se destacan las grandes transformaciones en los ámbitos rurales de la Argentina actual y los cambios de la matriz productiva agropecuaria en la región pampeana. Como parte de la exposición se entrevistaron a las Lic. Carla Gras y Valeria Hernández (UNSAM), autoras del libro "El agro como negocio" (Biblos). En la entrevista se da cuanta de las transformaciones en el agro y los modos en que se articulan los negocios en la era de la globalización.
También a través de entrevistas que se reproducen en la exposición,Guillermo Neiman (CEIL-Conicet) nos describe las transformaciones y condiciones del empleo en el sector agropecuario argentino. La exposición se puede visitar hasta el 14 de junio, de lunes a sábados de 10 a 21 hs. y domingos de 12 a 21 hs. en Viamonte 525, Buenos Aires, Argentina.