Como parte de
su dinámica expositiva la Tate Modern de Londres dedica la sala 10 del
nivel 4 a obras de su colección permanente relacionadas con el Centro de
Arte y Comunicación (CAyC), el espacio fundado en 1969 por Jorge
Glusberg que impulsó el “arte de sistemas” en Latinoamérica.
Anna Bella Geiger. O Pão Nosso de cada dia, 1978, 6 postales y serigrafía sobre bolsa de papel, montadas sobre cartón |
Las obras
fueron reunidas por la curadora de arte contemporáneo Tanya Barson. La
galería Henrique Faria gestionó la adquisición de los trabajos de Anna
Bella Geiger (Río de Janeiro, 1933), Marta Minujín (Buenos Aires, 1942),
Horacio Zabala (Buenos Aires, 1943) y Nicolás García Uriburu (Buenos
Aires, 1939), ahora integradas a la colección de la Tate.
Las obras de estos artistas que se pueden ver en la muestra "Systems and Communication" son O Pão Nosso de cada dia (Anna Bella Geiger, 1978); Las deformaciones son proporcionales a las tensiones I, II y III (Horacio Zabala, 1974); El Partenón de Libros (Marta Minujín, 1983) y Actions in nature (Nicolás García Uriburu, 1968). Otros artistas presentes son Nam June Paik, Dennis Openheim, Luis Camnitzer y Cildo Meireles.
Las obras de estos artistas que se pueden ver en la muestra "Systems and Communication" son O Pão Nosso de cada dia (Anna Bella Geiger, 1978); Las deformaciones son proporcionales a las tensiones I, II y III (Horacio Zabala, 1974); El Partenón de Libros (Marta Minujín, 1983) y Actions in nature (Nicolás García Uriburu, 1968). Otros artistas presentes son Nam June Paik, Dennis Openheim, Luis Camnitzer y Cildo Meireles.
Marta Minujín. El Partenón de Libros, 1983, 5 fotografías blanco y negro, video |
En su presentación Barson explica: “Esta sala reúne a una serie de
artistas que exploraron ideas alrededor de sistemas organizativos, las
comunicaciones y los medios de masas”. La obra de Anna Bella Geiger fue
elegida por la Tate como imagen central de la muestra. Se trata del
registro de una performance en la que Geiger fue fotografiada comiendo
rodajas de pan con orificios que reproducían el contorno de Brasil y
Sudamérica. Según Barson “Mientras que el nombre de la pieza tiene
resonancias cristianas, el tema del consumo enlaza este trabajo con
ideas de canibalismo cultural: una estrategia para absorber influencias
externas y crear una orgullosa identidad nacional híbrida que fue la
llave conceptual del modernismo brasileño a partir de 1920”.
En sintonía, la obra de Zabala presenta una serie de intervenciones sobre el mapa del cono sur, con foco en la zona del Río de la Plata. “Esta zona se volvió reconocida como el lugar de las atrocidades cometidas durante la guerra sucia argentina, durante la cual fueron ‘desaparecidas’ miles de personas por la dictadura militar”.
En sintonía, la obra de Zabala presenta una serie de intervenciones sobre el mapa del cono sur, con foco en la zona del Río de la Plata. “Esta zona se volvió reconocida como el lugar de las atrocidades cometidas durante la guerra sucia argentina, durante la cual fueron ‘desaparecidas’ miles de personas por la dictadura militar”.
Horacio Zabala. Las deformaciones son proporcionales a las tensiones I, II y III, 1974, grafito sobre papel
Barson explica además por qué el CAyC está en el centro de la muestra.
“Esta sala incluye a artistas argentinos que estuvieron estrechamente
relacionados con Glusberg y el CAyC junto con algunos artistas
internacionales que exhibieron allí. Las actividades del CAyC
contribuyeron a hacer de Buenos Aires eje de prácticas como el arte
conceptual y el arte correo. Además de darle un espacio a una nueva
generación de artistas involucrados con las comunicaciones y el arte de
los medios se convirtió en una referencia para artistas de todo el
mundo”.