El espacio Modos presenta la exposición "La carga de la evidencia" de Paloma Márquez, del viernes 26 de setiembre al jueves 16 de octubre en Nicaragua 5041, Palermo, Buenos Aires, Argentina. Se puede visitar de martes a sábado de 12 a 20 hs.
La muestra “La carga de la evidencia”, de Paloma Márquez, nos presenta a sus personajes transitando una lucha interna con sus propias cargas y al mismo tiempo sosteniendo una actitud templada, a la manera de las enseñanzas del yogui. Paramahansa Yogananda, "calmadamente activo y activamente calmo”.
Sus obras y los personajes que las componen reflejan el devenir de las multitudes, en un movimiento constante, en una coreografía sin fin, dividiéndose, comprimiéndose y dispersándose. Los amontonamientos de objetos, de gente, de pensamientos, generando ruido, un murmullo eterno. La obra de Paloma Máquez nos invita a reflexionar acerca de nociones abismales como el todo y la nada, en un juego dialéctico que permite que el ruido se transforme en silencio.
Sus obras y los personajes que las componen reflejan el devenir de las multitudes, en un movimiento constante, en una coreografía sin fin, dividiéndose, comprimiéndose y dispersándose. Los amontonamientos de objetos, de gente, de pensamientos, generando ruido, un murmullo eterno. La obra de Paloma Máquez nos invita a reflexionar acerca de nociones abismales como el todo y la nada, en un juego dialéctico que permite que el ruido se transforme en silencio.
La obra de Paloma se centra en el hombre, en su aspecto más simple y orgánico, en los obstáculos que se interponen en su devenir y en las distintas maneras de sortearlos.
El cambio del paisaje montañoso de su Chilecito natal a la llana pero ruidosa Buenos Aires marca su trabajo. El desplazamiento la llevó a aprender a encontrar el silencio en el ruido y así surgió su interés por las multitudes y el amontonamiento, la necesidad de espacio, la hostilidad frente a tanto cemento.
Para la artista, somos las valijas que soltamos y también las que llevamos, lo que ellas contienen, sus cierres gastados, la cantidad de bolsillos y recovecos. Somos sólo una valija que a veces se mantiene en pie. Unas se pierden en el camino, otras quedan olvidadas en un ropero. Son las cargas que nos obligan a ser valientes, que evidencian lo que somos, lo que acarreamos, unas guardan desdichas y otras tesoros, patrimonio de multitudes.
Paloma es una artista con raíces en Chilecito, La Rioja que dejó el lugar donde creció para vivir en Buenos Aires. La joven artista es reconocida a nivel internacional y actualmente estudia el posgrado en Gestión Cultural en el IUNA y trabaja como asistente del reconocido artista plástico Eugenio Cuttica. En el 2006 emigró a Buenos Aires para estudiar Tecnicatura en Sonido y Grabación, y luego Licenciatura en Audiovisión. Ese mismo año obtuvo una beca en ProyectArte, guiado por Héctor Médici, Jorge Gonzalez Perrín y Dolores Casares.
En 2007 obtuvo el Primer Premio de Pintura de la Provincia de La Rioja.
Asistió a diferentes clínicas de obra con Leonel Luna, Alicia Alba, Dolores Casares y Jorge González Perrín. También fue parte de la Escuela de Proyectos de la galería Isidro Miranda, donde realizó una clínica de obra con Andrea Juan y Augusto Zanela.
Desde 2012 trabaja como asistente del fotógrafo Jorge Roiger y del artista plástico Eugenio Cuttica. Exhibió sus trabajos en varios lugares, entre ellos: Chilecito, La Rioja, Córdoba, La Pampa, Galerías y Fundaciones de Capital Federal, en galerias de Los Ángeles, USA; en el Rockefeller Art Center de Boston, USA; en el Consulado Argentino de Nueva York, USA y en Zurich, Alemania.
La obra de Paloma fue seleccionada en el Premio de Pintura de la Fundación Vittal y exhibida en el Espacio Modos de Buenos Aires en 2014.