Daniel Maman, Patricia Pacino de Maman y Rodrigo Alonso junto a los artistas Nushi Muntaabski, Alberto Passolini, Cynthia Cohen y Julián Prebisch
El martes 12 de septiembre Maman Fine Art inauguró “Cuartetazo”, exposición en la que se presentan a cuatro artistas que se incorporan al staff de la galeria: Cynthia Cohen, Julián Prebisch, Nushi Muntaabski y Alberto Passolini. Cada uno de ellos tiene un futuro promisorio que la galería se propone apoyar, tanto desde Buenos Aires como desde Miami, donde tienen su segundo espacio que será escenario de la próxima exhibición.
La muestra incluye, además, un diálogo entre las obras de estos artistas y las de algunos referentes históricos pertenecientes a la trastienda de la galería. La curaduría del conjunto está a cargo de Rodrigo Alonso.
La muestra incluye, además, un diálogo entre las obras de estos artistas y las de algunos referentes históricos pertenecientes a la trastienda de la galería. La curaduría del conjunto está a cargo de Rodrigo Alonso.
Cynthia Cohen. Esmeralda II, 2017 |
Las pinturas de Cynthia Cohen ponen de manifiesto su obsesión por explorar diferentes maneras de representar al mundo. En 2006, la artista realizó una muestra en la galería Maman Fine Art en donde exhibió grandes telas llenas de color, con una fuerte impronta expresiva e imágenes apropiadas de las más variadas fuentes. Sus obras actuales se centran en la fascinación que ejercen las joyas, las que reproduce con una precisión hiperrealista. Los detalles más sutiles cobran una dimensión gigantesca sobre las planas y delicadas superficies de las piedras preciosas que Cohen capta en todo su esplendor.
Julián Prebisch. Díptico, 2017, acrílico y esmalte sobre cuero de vaca y chapa |
El cuero, los metales y la geometría conforman el vocabulario plástico del trabajo reciente de Julián Prebisch. A diferencia de sus producciones anteriores, en las cuales los materiales se ajustaban a los rigores de la geometría, ahora se plantea una tensión visual entre todos los elementos que componen la obra que conmueve sus límites recíprocos. El cuero recupera su amorfía orgánica imponiendo la majestuosidad de sus contornos. El formato-cuadro busca mantenerse incólume, aunque no siempre con éxito. En las fricciones entre uno y otro se genera una intensidad singular, en la cual reside una buena parte del impacto que provocan estos trabajos.
Nushi Muntaabski. Remolachas, 2014, mosaico veneciano sobre poliuretano expandido |
Nushi Muntaabski es ampliamente conocida por sus realizaciones en venecita. Durante más de dos décadas ha ido perfeccionando y refinando el uso de este material hasta convertirlo en un soporte con infinitas posibilidades, y en su más lograda marca autoral. Con él, ha elaborado desde obras planas a objetos tridimensionales e intervenciones urbanas. Su poética se centra sobre lo cotidiano. Las pequeñas unidades vítreas multicolor le permiten transfigurar los objetos más banales dotándolos de una belleza inusual y, sobre todo, de una extraña sensualidad.
Alberto Passolini. El día (Aurora y Céfalo, de Pierre Narcisse Guérin, 1810, y Farfalla de Emilio Pettoruti, 1961), 2009, acrílico sobre tela/La Noche (Iris y Morfeo, de Pierre Narcisse Guérin, 1811, y Crepúsculo Marino de Emilio Pettoriti, 1953), 2009, acrílico sobre tela
Las pinturas de Alberto Passolini están cargadas de referencias a las más variadas tradiciones pictóricas e históricas locales e internacionales. Con osadía y una buena cuota de humor, el artista sienta a la mesa de su banquete de citas a Emilio Petorutti con la escultura grecorromana, a Benito Quinquela Martín con Tiépolo, a San Martín con Prilidiano Pueyrredón. Sin concesiones a la corrección o al decoro, sus obras provocan pero al mismo tiempo invitan a un juego. Confían en la recepción lúdica como un camino amable hacia la duda y la reflexión.