24 de septiembre de 2011

"Sendero" de Gonzalo Arbutti en la "Ene"

 "Theo sostiene en sus manos una espada de madera, que parece de otra época. Un juguete de otra vida con el cual nos desafía al juego infantil.  Pedro mientras tanto, dibuja un dinosaurio en la pared de pizarrón que da a la calle. Esta escena sucede casi todos los días en el Taller de Gonzalo Arbutti, en la esquina de Otero y Dumont en Buenos Aires; en donde la escena familiar convive con su trabajo dedicado y meticuloso. 
La madera predomina, es la materia prima para la construcción de formas geométricas, bloques de composición precisos que conforman piezas complejas, contradictoriamente únicas a pesar de que son la multiplicación de una misma forma. Artefactos que inspiran la nostalgia de tiempos jamás vividos. 
Gonzalo se define a si mismo como un investigador, un hacedor que convierte mantras en objetos y en juego; elementos que mezclan lo cosmológico y la lúdica con la botánica o la geografía; se adscribe a la noción de concepto ampliado del arte, desarrollado por el alemán Joseph Beuys que plantea al oficio cotidiano como posibilidad de obra latente en todas las esferas del trabajo. Todo ser humano como un posible artista en su hacer y cada acción, como una posible obra de arte.
Gonzalo Arbutti busca en la esencia del juego, la espiritualidad, la materialización de lo esotérico en geometría, en conciencia artística y naturalista. Al lado de sus pequeños hijos, con los que aprende a diario, con la familia como motor de la expansión de las posibilidades. En un momento inicial decidió no continuar su potencial carrera como artista convencional y concebirse en forma de constructor. Siempre en la periferia de las galerías convencionales. Al ver su obra se puede tener la sensación de que podría sacar cierta ventaja de su potencial, pero Gonzalo, por convicción, decidió estar al margen y aunque se sentía rodeado, prefirió preservarse y mirar desde afuera de los circuitos para después construir.
La presentación en LA ENE es la oportunidad de asistir a una de las contadas exhibiciones que Gonzalo Arbutti decidió realizar en su carrera para ver en toda su dimensión, la idea de repetición de la unidad formal, una idea surgida de la misma manera cómo se organiza la naturaleza, en la que cada elemento puede o quizás deba ser visto como una obra única en si misma, aunque se repitan sistemática y científicamente como las pequeñas partes que conforman el todo visible." Alvaro Cifuentes , Septiembre 2011