2 de septiembre de 2011

Carlos Carmona expone en la galería de arte Ática

Carlos Carmona está exponiendo su muestra "Dibujos en caja" en la galería de arte Ática, ubicada en Libertad 1240 - Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Los dibujos en caja de Carlos Carmona.
"Una extraña y fascinante ontología se despliega sobre los papeles y las superficies tratados por Carlos Carmona. Se trata de un estudio de las cosas y de los seres que habitan en esas cosas. Es un estudio fuera de lo común, pues integra a la sensibilidad; o bien podría decirse que es sensibilidad en estado puro. A través de escenarios urbanos y marítimos, el artista constituye una geografía donde los amplios cielos permiten la aparición de bestias aladas, soles que son lunas y soles que son soles. Hay cuerpos femeninos fragmentados, esqueletos con calaveras, calaveras solitarias, chimeneas con humos que apuntan en direcciones opuestas y relojes que señalan un tiempo quizá no histórico. También hay colectivos y sujetos multifacéticos y no faltan banderitas y alusiones a experiencias colectivas vinculadas a la política y la farra.
En estos dibujos la realidad se quiebra y aparece desvestida. La fluidez de las curvas y la estabilidad de las líneas, que en sí mismas son un canto a la belleza, permiten escudriñar aspectos de un imaginario brillante y sombrío, efímero y eterno, humano y monstruoso. Todo lo cual define a Carmona como un artista latinoamericano y universal, binario en su búsqueda de la quintaesencia poética que caracteriza los aspectos de una realidad tan profana como sagrada. Vemos noches absolutamente negras, aguas dibujadas como si fueran una carta manuscrita, fachadas domésticas que rememoran la arquitectura de los primeros años del siglo veinte y calles grises, irremediablemente grises. Hay pájaros articulados y campanarios silentes. Hay, en síntesis, un diálogo a media luz entre lo limitado y lo ilimitado, como si el artista liberara las fuerzas finitas e infinitas que obsesionan a los intelectos desde hace milenios: la vida y la muerte, lo concluso y lo inconcluso.
El búho de Minerva levanta vuelo al atardecer. Esta metáfora, que tanto recuerdan los poetas y filósofos, demarca un ámbito de sosiego y predisposición valorado por místicos, artistas y escritores, pero también por locos, criminales y alucinados: la noche y el final. En otras palabras, el ocaso y la obscuridad como entornos donde se deslizan la creación, el orden y el caos. Esos son los momentos elegidos por el espíritu de estos dibujos: todo ocurre con un telón de fondo umbrío. En él se abren las persianas de nuestros interiores y podemos ver los brillos y las opacidades. Todo se levanta pero todo se cae ante los ojos de quien flota en la noche. El búho vuela cuando todos duermen. Es ese momento de sueño el que Carmona escoge. Como si los dibujos pudieran acariciar a quienes duermen y pronto despertaran." Miguel Ángel Rodríguez. Santa Rosa, agosto de 2011.