21 de agosto de 2011

Nora Fisch Arte Contemporáneo presenta la muestra "Vértigo" de Tiziana Pierrri

El miércoles 24 de agosto a las 19 hs. Nora Fisch Arte Contemporáneo inaugura la muestra "Vértigo" de Tiziana Pierrri. 
Se puede visitar de martes a viernes de 15 a 20 hs. hasta el 17 de septiembre de 2011 en Guemes 2967 PB, Ciudad de Buenos Aires.

La obra de Tiziana Pierri (1984) sorprende por la naturalidad, el arrojo y la certeza con que aborda su exploración de los límites del lenguaje de la pintura. Quien pinta hoy tiene frente a sí el bagaje de la historia de este medio en los últimos cien años, con sus quiebres, revoluciones y expansiones del campo de lo posible. Es evidente en las telas de Tiziana que ésto no la amedrenta, no hay sensación de peso ni de puja, sino una libertad y frescura que le permite provocar lo que el arte contemporáneo desencadena cuando todavía encuentra un nuevo camino por abrir: una mezcla de incomodidad y alegría. Signos que hay cerca una frontera que aún puede ensancharse.
Las telas que se incluyen en "Vértigo" fueron hechas recientemente, en el contexto del clima de concentración y reflexión que provee la Beca Kuitca, en la que la artista está participando. En estas obras hay oscilación libre entre diversos modos de lo visual, desde exploraciones formales a referencias figurativas. Varios de los óleos de gran formato presentan un nuevo punto de partida, en estas obras la superficie pictórica funciona como soporte donde penden recortes de revistas, collages y fotos de obras anteriores, como quien anota ideas en un tablero. 

Tiziana describe esta operación formal “como si los collages, dibujos, recortes de revistas de moda, arte o naturaleza hubieran sido aspirados, atraídos por la pintura, como si la pintura estuviese interesada en ellos, no el autor”. Los papeles existen ahí, perteneciendo a su universo paralelo, ayuda-memorias de momentos de trabajo o de una fascinación pasajera con una imagen, una referencia extranjera al espacio atemporal y abstracto de la pintura. Pintura y recorte conviven como dos desconocidos observándose mutuamente con interés, nos fuerzan a aceptar esta colisión de modos de representación visual como algo natural.