25 de junio de 2012

El Museo Nacional de Bellas Artes presenta "Real/Virtual. Arte cinético argentino en los años sesenta"

El Museo Nacional de Bellas Artes presenta por primera vez un panorama exhaustivo del arte cinético argentino con la exposición "Real/Virtual. Arte cinético argentino en los años sesenta", con la curaduría de María José Herrera, jefe del Área de Investigación del museo.
Julio César Crivelli, Paola Melgarejo,  Guillermo Alonso y la curadora
María José Herrera durante la presentación de la exposición
Esta muestra histórica intenta acercar al público las obras más relevantes de la tendencia entre finales de los años 50 y principios de los 70, reúniendo obras de la importante colección del MNBA, adquirida contemporáneamente al nacimiento del cinetismo, a la que se suman piezas de colecciones particulares y otras instituciones.
 
Davite. Imagen espacial generativa cinética, 1969. Acrílico,
hilo de nylon, lámpara, motor. Colección Palais de Glace
En el contexto internacional, el arte cinético tomó impulso con la exposición Le Mouvement (El movimiento, 1955), propuesta por Victor Vasarely a la galería Denise René de París. Artistas de distintas nacionalidades que experimentaban con obras transformables, el movimiento real y virtual y la luz, marcaban el inicio de esta tendencia de proyección internacional en la que, inmediatamente después, se destacaron los argentinos en París con Julio Le Parc a la vanguardia. En la Argentina la tradición geométrica del Arte Concreto y Madí había cimentado la vía de experimentación con la luz y el movimiento.
Julio Le Parc. 2 obras sin título, serigrafía en
blanco y negro. Colección Instituto Di Tella
"Real/Virtual", muestra la importancia del arte cinético argentino contando tres instancias decisivas de su historia. La primera, también parte de la historia del museo, es el impacto que sobre el ambiente artístico local tuvo la exposición de Victor Vasarely de 1958 en el MNBA. Fue durante la prolífica y moderna gestión de Jorge Romero Brest cuando los artistas de Buenos Aires conocieron esa geometría diferente que practicaba el artista húngaro-francés y decidieron experimentar con su metodología serial. Artistas como Julio Le Parc, Horacio García Rossi, Rogelio Polesello, Luis Tomasello, Jorge E. Lezama, Hugo de Marziani, Jorge Luna Ercilla y Juan Carlos Romero, con sus dibujos de vibrantes oposiciones de blancos y negros, forman un núcleo de obras que da cuenta de la extensa influencia de Vasarely.
Martha Boto. Movements chromocinétiques, 1971.
Metal, esmalte, acrílico, motor. Colección MNBA
La segunda instancia, caracterizada por las exploraciones óptico-cinéticas, tiene su anclaje en la creación del Groupe de Recherche d´Art Visuel, el GRAV (París, 1961), la consagración del arte cinético y su aporte argentino con la presencia de Julio Le Parc y Horacio García Rossi –ambos fundadores del grupo– y la histórica presentación, en 1964, de la exposición "La inestabilidad", en el Pabellón del MNBA. Las ideas del grupo acerca de la imagen contemporánea signada por la tecnología, la participación del espectador, la creación de los múltiples –obras seriadas de precios accesibles–, la introducción de las máquinas y el rol del artista en la sociedad, están presentes en obras y documentación audiovisual de la época.
Rogelio Polesello. Trama diagonal Lupalente Prisma, 1975.
Cuatro piezas de acrílico. Colección MNBA
El cinetismo en la Argentina de los años sesenta y su expansión y legitimación como tendencia en exposiciones, premios y salones, es la tercera instancia que reúne obras de artistas ópticos y cinéticos como Miguel Ángel Vidal y Eduardo Mac Entyre -creadores del Grupo de Arte Generativo (1960)-, Carlos Silva, Ary Brizzi, Luis Tomasello, Manuel Espinosa, Gyula Kosice y el Hidrocinetismo, Rogelio Polesello, Eduardo Rodríguez, Davite, Julián Althabe, Hugo Demarco, Armando Durante, Fioravanti Bangardini, Jacques Bedel, Perla Benveniste, César Ariel Fioravanti, Jorge Gamarra, Eduardo Giusiano y Jorge Schneider, entre otros, y de Gregorio Vardanega, Antonio Asis, Martha Boto, radicados en París desde mediados de los años 50.
María José Herrera y Gyula Kosice
La exposición incluye una obra paradigmática del maestro francés del luminocinetismo, Nicolas Schöffer (1912-1992). La instalación, Lux 2 (Máquina de metal) –una de las obras presentadas en la VI Bienal de San Pablo de 1961– fue adquirida por el museo gracias a las gestiones de Romero Brest quien la consideraba una pieza invalorable para instalar los valores de modernidad en el museo. Ingresada unos años después bajo la dirección de Samuel Oliver, fue expuesta brevemente. Fuera de exhibición desde entonces, fue reacondicionada e incluye, por primera vez, la banda sonora que el pionero de la música concreta Pierre Henry realizara especialmente para la instalación. Los dibujos, croquis para su instalación y correspondencia entre Romero Brest y el artista se exhiben junto a la obra.
Jorge Gamarra. Desarrollo de una esfera, 1973-2011.
Acrílico. Colección Jorge Gamarra
Un completo libro catálogo acompaña la exposición con ensayos de Elena Oliveras, pionera en el estudio del arte cinético argentino, Mariana Marchesi, Florencia Cherñajovsky y Cristina Rossi, además de un texto curatorial a cargo de María José Herrera, una cronología del período, la reproducción de todas las obras expuestas y una selección de manifiestos y documentos.
Julián Pedro Althabe. Monje Budista, 1964.
Hierro, hilos de nylon. Colección familia Althabe
La exposición se puede visitar de martes a viernes de 12:30 a 20:30 hs., sábados y domingos de 9:30 a 20:30 hs. con entrada libre y gratuita en el Pabellón de Exposiciones temporarias, ubicado en el primer piso del MNBA, Av. del Libertador 1473, ciudad de Buenos Aires. Permanecerá hasta el 19 de agosto de 2012.