El Centro Cultural Borges presenta la muestra de Sergio Ceccotti "Los colores de la vida", del 8 al 21 de octubre de 2010, con la curaduría de Massimo Scaringella.
Sergio Ceccotti, nacido en Roma en 1935, desarrolla su actividad entre Roma y París. Alumno de Oskar Kokoschka en Salzburgo en 1956 y 1957 y de los cursos de dibujo de la Academia de Francia en Roma de 1956 a 1961.
En París, donde ha realizado once muestras personales, trabaja en forma permanente con la galería Alain Blondel.
Otras numerosas muestras personales en Roma, Milán, Bruselas, Monaco de Baviera, Genova, Florencia, Nápoles, Palermo, Alessandria, Ancona, Pescara,Terni, Monopoli... Mención aparte merecen las tres muestras personales en museos: Galleria Comunale di Arte Contemporanea di Arezzo 1987, Upplands Konstmuseum de Uppsala 1993, Galleria Comunale d'Arte Moderna di Articoli Corrado 2004-05 y las dos en espacios públicos: Sala Comunale di Genzano de Roma 1992 y Cloître des Cordeliers de Tarascon.
Desde siempre la pintura ha tenido para el hombre una esencia mágica que, sea experta o primitiva, puede, por la pura apariencia plástica, transmitirnos sensaciones que no son plásticas, darnos por entero la verdad de la complejidad de lo real; unas formas visibles y otras incorpóreas; calor, sonido, aroma, pensamiento, silencios, sensualidad, tiempos pasados y tiempos presentes…. es decir, “los colores de la vida”. Secundando un deseo muy difundido de refugiarse o de ponerse a resguardo en una visión histórica o enigmática de la vida. Y en esta visión Sergio Ceccotti es hace muchísimos años una figura de referencia de la pintura figurativa italiana que desde la tradición “metafísica” de principios del siglo XX se propone como “vanguardia” en los umbrales del siglo XXI. Presentando un núcleo de obras que van del 2000 hasta hoy el artista nos demuestra su necesidad de entrar, casi siempre de manera furtiva, en el presente cotidiano de nuestra realidad, precisamente desde el título de la muestra, en “los colores de la vida”. Él mismo dice que su trabajo es “una colaboración entre el espíritu, los ojos y la mano, buscando efectivamente transmitir a través del elemento visualizante de un cuadro, una idea de la realidad que debe y quiere compenetrarse y coincidir con la realidad misma. De tal modo tela, mirada del espectador e idea del autor se intersectan en la visión de la experiencia cotidiana. calles, habitaciones de departamentos, puentes, paisajes urbanos nocturnos, terrazas; el todo habitado por hombres y mujeres en posturas comunes y en lugares comunes con objetos comunes.”
Sergio Ceccotti, nacido en Roma en 1935, desarrolla su actividad entre Roma y París. Alumno de Oskar Kokoschka en Salzburgo en 1956 y 1957 y de los cursos de dibujo de la Academia de Francia en Roma de 1956 a 1961.
En París, donde ha realizado once muestras personales, trabaja en forma permanente con la galería Alain Blondel.
Otras numerosas muestras personales en Roma, Milán, Bruselas, Monaco de Baviera, Genova, Florencia, Nápoles, Palermo, Alessandria, Ancona, Pescara,Terni, Monopoli... Mención aparte merecen las tres muestras personales en museos: Galleria Comunale di Arte Contemporanea di Arezzo 1987, Upplands Konstmuseum de Uppsala 1993, Galleria Comunale d'Arte Moderna di Articoli Corrado 2004-05 y las dos en espacios públicos: Sala Comunale di Genzano de Roma 1992 y Cloître des Cordeliers de Tarascon.
Desde siempre la pintura ha tenido para el hombre una esencia mágica que, sea experta o primitiva, puede, por la pura apariencia plástica, transmitirnos sensaciones que no son plásticas, darnos por entero la verdad de la complejidad de lo real; unas formas visibles y otras incorpóreas; calor, sonido, aroma, pensamiento, silencios, sensualidad, tiempos pasados y tiempos presentes…. es decir, “los colores de la vida”. Secundando un deseo muy difundido de refugiarse o de ponerse a resguardo en una visión histórica o enigmática de la vida. Y en esta visión Sergio Ceccotti es hace muchísimos años una figura de referencia de la pintura figurativa italiana que desde la tradición “metafísica” de principios del siglo XX se propone como “vanguardia” en los umbrales del siglo XXI. Presentando un núcleo de obras que van del 2000 hasta hoy el artista nos demuestra su necesidad de entrar, casi siempre de manera furtiva, en el presente cotidiano de nuestra realidad, precisamente desde el título de la muestra, en “los colores de la vida”. Él mismo dice que su trabajo es “una colaboración entre el espíritu, los ojos y la mano, buscando efectivamente transmitir a través del elemento visualizante de un cuadro, una idea de la realidad que debe y quiere compenetrarse y coincidir con la realidad misma. De tal modo tela, mirada del espectador e idea del autor se intersectan en la visión de la experiencia cotidiana. calles, habitaciones de departamentos, puentes, paisajes urbanos nocturnos, terrazas; el todo habitado por hombres y mujeres en posturas comunes y en lugares comunes con objetos comunes.”