El Centro Cultural Recoleta inaugura la muestra "Minianimalista" (Pequeños animales en tres dimensiones), del artista Martín Canals el viernes 15 de octubre a las 19 hs. en la sala 11.
El punto de partida de este trabajo fueron las ganas de usar una cámara fotográfica. "Recuerdo de chico mirar la vidriera de El emporio fotográfico como la mejor y más inalcanzable juguetería. De más grande esta pasión por la fotografía me llevó a buscar un trabajo dentro de un laboratorio fotográfico. Me he dedicado a revelar e imprimir fotografías durante los últimos 25 años. Hoy retomo el punto de partida haciendo la fotografía que siempre me gustó", expresa el artista.
"Es evidente que Canals se divierte fotografiando y no duda en demostrarlo. En sus imágenes los personajes plásticos son llevados -a igual que la Alicia de Caroll, la Dorothy de Frank Baum o el Gulliver de Swift- a mundos y situaciones graciosas o terribles, pero que nunca están regidas por la lógica de los adultos. En su proceso de creación lúdico y desprejuiciado transciende los límites de la imagen fotográfica tradicional para crear, en sus estereoscopios, espacios tridimensionales de profundidades exageradas, utilizando para ello partes de sus propios equipos desarmados intencionalmente y que formalmente se asemejan a juegos de su generación como el Mecano o el Viewmaster", plantea el curador Esteban Pastorino.
El punto de partida de este trabajo fueron las ganas de usar una cámara fotográfica. "Recuerdo de chico mirar la vidriera de El emporio fotográfico como la mejor y más inalcanzable juguetería. De más grande esta pasión por la fotografía me llevó a buscar un trabajo dentro de un laboratorio fotográfico. Me he dedicado a revelar e imprimir fotografías durante los últimos 25 años. Hoy retomo el punto de partida haciendo la fotografía que siempre me gustó", expresa el artista.
"Es evidente que Canals se divierte fotografiando y no duda en demostrarlo. En sus imágenes los personajes plásticos son llevados -a igual que la Alicia de Caroll, la Dorothy de Frank Baum o el Gulliver de Swift- a mundos y situaciones graciosas o terribles, pero que nunca están regidas por la lógica de los adultos. En su proceso de creación lúdico y desprejuiciado transciende los límites de la imagen fotográfica tradicional para crear, en sus estereoscopios, espacios tridimensionales de profundidades exageradas, utilizando para ello partes de sus propios equipos desarmados intencionalmente y que formalmente se asemejan a juegos de su generación como el Mecano o el Viewmaster", plantea el curador Esteban Pastorino.