El jueves 17 de marzo a las 19:30 hs. en la sede del Museo Metropolitano de Buenos Aires, ubicada en Castex 3217 en el barrio de Palermo, se inaugurará la muestra “Las 7 musas capitales” de la artista plástica Roxana Rignola.
La exhibición reunirá seis telas, una por cada esposa que tuvo el rey Enrique VIII, y una instalación que representa a su madre la Reina Isabel de York. Podrá ser visitada hasta el sábado 2 de abril, de lunes a viernes de 14 a 20 hs. y los días sábados de 14 a 18 hs.El hilo conductor de la muestra es el número cabalístico siete y todo lo que representa en la actualidad, sobre todo en relación al maltrato psicológico y físico que todavía padecen muchas mujeres en todas las sociedades y culturas de nuestro planeta. Conjugando trozos de tela, misteriosas máscaras, plumas y espejos hechos trizas, con colores profundos y trazos que sugieren tímidas curvas femeninas, Roxana logra recrear el universo y el destino que tuvo cada una de estas damas al unirse en matrimonio con Enrique VIII.
Su trabajo se completa con la intervención de Franco Gómez Rignola, su joven hijo pianista, que aceptó el desafío de ponerle música a las obras: “musicalizar una obra de arte no sólo es un desafío para el compositor, sino también para el espectador, que debe dejarse invadir por la melodía y por los planos de la obra a la vez. De esta manera ambas creaciones dejarán de ser trabajos independientes para unirse y transformarse en uno solo.
La exhibición reunirá seis telas, una por cada esposa que tuvo el rey Enrique VIII, y una instalación que representa a su madre la Reina Isabel de York. Podrá ser visitada hasta el sábado 2 de abril, de lunes a viernes de 14 a 20 hs. y los días sábados de 14 a 18 hs.El hilo conductor de la muestra es el número cabalístico siete y todo lo que representa en la actualidad, sobre todo en relación al maltrato psicológico y físico que todavía padecen muchas mujeres en todas las sociedades y culturas de nuestro planeta. Conjugando trozos de tela, misteriosas máscaras, plumas y espejos hechos trizas, con colores profundos y trazos que sugieren tímidas curvas femeninas, Roxana logra recrear el universo y el destino que tuvo cada una de estas damas al unirse en matrimonio con Enrique VIII.
Su trabajo se completa con la intervención de Franco Gómez Rignola, su joven hijo pianista, que aceptó el desafío de ponerle música a las obras: “musicalizar una obra de arte no sólo es un desafío para el compositor, sino también para el espectador, que debe dejarse invadir por la melodía y por los planos de la obra a la vez. De esta manera ambas creaciones dejarán de ser trabajos independientes para unirse y transformarse en uno solo.