El miércoles 23 de marzo se inaugura en el Centro Cultural Borges la primera muestra de arte pakistaní en la Argentina. Este verdadero acontecimiento cultural es presentado por la embajada de Pakistán en Buenos Aires en conmemoración del 60º aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
La muestra, titulada "Pakistán: Una Sinfonía de Colores", está integrada por obras que recogen tradiciones artísticas milenarias: pinturas en miniatura y Box print o grabado.
El enorme interés de esta colección reside no sólo en su alto valor artístico, sino también en la posibilidad que da al público argentino de asomarse al pensamiento cultural, la lengua, las creencias y el estilos de vida de una civilización milenaria. Las Pinturas en miniatura son, básicamente, pequeñas iluminaciones intrincadas y coloridas, hechas a mano y ejecutadas con pinceladas delicadas. Tradicionalmente, los colores utilizados se obtenían de minerales, vegetales, piedras preciosas, índigo, conchas, oro y plata. En la antigüedad, se pintaban sobre rocas, cerámica y hojas de palmera, que luego fueron reemplazadas por papel, cerámica y marfil. Durante milenios, esa técnica recibió influencias chinas, árabes, persas, cristianas y europeas, aunque eso no impidió que evolucionara hacia su propia individualidad distintiva.
El arte en miniatura también evolucionó de temas religiosos a homenajear a la realeza y a la representación de la vida diaria del hombre común. Luego de la independencia de Pakistán, en 1947, Haji Mohammad Sharif revivió este antiguo arte que, desde entonces, ha experimentado un gran florecimiento, en especial porque ha sido incluido como una especialización independiente en varias instituciones artísticas, como la prestigiosa National College of Arts.
Los jóvenes artistas contemporáneos pakistaníes están realizando trabajos extraordinarios en el arte de la miniatura e introducen temas actuales, que reflejan a su vez sus raíces históricas. El Box Print o arte del grabado tiene sus raíces en la antigua civilización del Valle del Indo y recibió también la influencia china. Sin embargo, ha evolucionado como arte muy contemporáneo, impulsado sobre todo por la National College of Arts, Lahore.
Las obras en exposición están realizadas en diversas técnicas: aguafuerte, acuatinta, aguafuerte de foto, estampado a mano sobre papel de china y xilografía tradicional. Cada artista produjo una impresión del mismo tamaño pero diferentes en cuanto a la técnica y las imágenes. Las obras se ejecutaron especialmente para esta muestra y hay sólo un ejemplar de cada una. Los artistas no reproducirán ni utilizarán estas imágenes nunca más, lo que las convierte en verdaderos originales muy exclusivo. Las primeras manifestaciones pictóricas en Pakistán datan del año 4000 a.C, un hecho establecido gracias a los sitios arqueológicos de la civilización del Valle del Indo y de Mehergharh, en Baluchistan. Además de las estilizaciones sofisticadas de humanos y animales en cerámica, sellos, rocas y hojas de palmeras, han llegado a nosotros cientos de dibujos en roca, de fechas desconocidas, a lo largo de la Ruta de la Seda, en la zona norte de Pakistán actual.
Esta milenaria dedicación al arte no ha gozado en Pakistán del reconocimiento que recibe en otros países, aunque en años recientes, los artistas pakistaníes han dejado su marca en la escena del arte contemporáneo, tanto en el ámbito local como internacional. La generación más joven de artistas ha tenido éxito, particularmente, en su búsqueda de una síntesis del arte tradicional y moderno y en haber llenado el vacío que apareció en la tradición artística del país luego de la caída del Imperio Mogol. En la realización de esta muestra, han colaborado con la embajada de Pakistán en Buenos Aires, el Centro Cultural Borges, la National College of Arts Lahore y la empresa Feroz Sons.
La muestra se puede visitar hasta el 3 de abril en Viamonte esquina San Martín, de lunes a sábados de 10 a 21 hs., domingos y feriados de 12 a 21 hs.
El enorme interés de esta colección reside no sólo en su alto valor artístico, sino también en la posibilidad que da al público argentino de asomarse al pensamiento cultural, la lengua, las creencias y el estilos de vida de una civilización milenaria. Las Pinturas en miniatura son, básicamente, pequeñas iluminaciones intrincadas y coloridas, hechas a mano y ejecutadas con pinceladas delicadas. Tradicionalmente, los colores utilizados se obtenían de minerales, vegetales, piedras preciosas, índigo, conchas, oro y plata. En la antigüedad, se pintaban sobre rocas, cerámica y hojas de palmera, que luego fueron reemplazadas por papel, cerámica y marfil. Durante milenios, esa técnica recibió influencias chinas, árabes, persas, cristianas y europeas, aunque eso no impidió que evolucionara hacia su propia individualidad distintiva.
El arte en miniatura también evolucionó de temas religiosos a homenajear a la realeza y a la representación de la vida diaria del hombre común. Luego de la independencia de Pakistán, en 1947, Haji Mohammad Sharif revivió este antiguo arte que, desde entonces, ha experimentado un gran florecimiento, en especial porque ha sido incluido como una especialización independiente en varias instituciones artísticas, como la prestigiosa National College of Arts.
Los jóvenes artistas contemporáneos pakistaníes están realizando trabajos extraordinarios en el arte de la miniatura e introducen temas actuales, que reflejan a su vez sus raíces históricas. El Box Print o arte del grabado tiene sus raíces en la antigua civilización del Valle del Indo y recibió también la influencia china. Sin embargo, ha evolucionado como arte muy contemporáneo, impulsado sobre todo por la National College of Arts, Lahore.
Las obras en exposición están realizadas en diversas técnicas: aguafuerte, acuatinta, aguafuerte de foto, estampado a mano sobre papel de china y xilografía tradicional. Cada artista produjo una impresión del mismo tamaño pero diferentes en cuanto a la técnica y las imágenes. Las obras se ejecutaron especialmente para esta muestra y hay sólo un ejemplar de cada una. Los artistas no reproducirán ni utilizarán estas imágenes nunca más, lo que las convierte en verdaderos originales muy exclusivo. Las primeras manifestaciones pictóricas en Pakistán datan del año 4000 a.C, un hecho establecido gracias a los sitios arqueológicos de la civilización del Valle del Indo y de Mehergharh, en Baluchistan. Además de las estilizaciones sofisticadas de humanos y animales en cerámica, sellos, rocas y hojas de palmeras, han llegado a nosotros cientos de dibujos en roca, de fechas desconocidas, a lo largo de la Ruta de la Seda, en la zona norte de Pakistán actual.
Esta milenaria dedicación al arte no ha gozado en Pakistán del reconocimiento que recibe en otros países, aunque en años recientes, los artistas pakistaníes han dejado su marca en la escena del arte contemporáneo, tanto en el ámbito local como internacional. La generación más joven de artistas ha tenido éxito, particularmente, en su búsqueda de una síntesis del arte tradicional y moderno y en haber llenado el vacío que apareció en la tradición artística del país luego de la caída del Imperio Mogol. En la realización de esta muestra, han colaborado con la embajada de Pakistán en Buenos Aires, el Centro Cultural Borges, la National College of Arts Lahore y la empresa Feroz Sons.
La muestra se puede visitar hasta el 3 de abril en Viamonte esquina San Martín, de lunes a sábados de 10 a 21 hs., domingos y feriados de 12 a 21 hs.