Quimera del arte inaugura el jueves 4 de
abril a las 19 hs. la muestra de Mariano Molina "Acto
Reflejo". Se puede visitar hasta el 4 de de mayo en Humboldt 1981, Palermo, Ciudad de Buenos Aires.
En palabras de Diana Wechsler:
"En busca de una teoría de lo visible, John Berger afirma la
necesidad de la pintura como un impulso destinado a garantizar la presencia de
gentes, cosas, situaciones. En el terreno de la praxis, como un acto reflejo, Mariano Molina cultiva
cuidadosamente este recurso y con él retiene no sólo presencias sino la misma
práctica de pintar, reivindicándola desde sus recursos de representación más
tradicionales, para ponerlos a prueba con las posibilidades contemporáneas,
tanto en términos de materiales como de visibilidad.
Entre sus frisos, uno aparece como posible llave de lectura. En una
trama continua de fragmentos rítmicos, verticales, sucesivos, una secuencia de
gestos permite intuir una pequeña historia. Semejanzas y proximidades de rostros
en grisalla, algo dicho al oído (o quizás un beso), exponen cierta complicidad:
un secreto que se transmite, una tradición que se retoma. Como alegoría de la
pintura, este friso – al que se suman otros de la misma serie- establece una
conexión entre tiempos: los de la representación naturalista, los de la
abstracción geométrica, los de una configuración cinética de la superficie.
Sucesión y simultaneidad, dos términos que definen algunos
aspectos del trabajo de Molina que parecería estar buscando doblegar la
(im)posibilidad del tiempo en la pintura.
Accidente controlado, es otra de las nociones que aparece como
recurso explicativo ante sus imágenes. Action painting, y piezas de
la serie
Tiro al blanco hacen emerger aquel concepto acuñado por
Siqueiros en el Experimental workshop, que se convertirá en uno de los sustratos
del expresionismo abstracto. Como citas de ese pasado de la pintura, estas obras
presentan en un mismo plano la representación y su dilución, la figura y la
mancha en lucha. Un complejo y cuidado sistema de enmascaramientos,
proyecciones, pistolas neumáticas de pintura, pinceles y formatos en serie,
completan la descripción de los recursos que Molina pone en juego para sostener
este ya antiguo ritual que es la pintura, destinado a cultivar la posibilidad de
construir presencias, de afirmar obstinadamente la condición física de lo
existente y con ella, su fugacidad."
Mariano
Molina es artista visual. Egresado
de la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón.
Integró grupos de análisis de obra con Luis Felipe
Noé.
Con una vasta trayectoria,
ha recibido importantes distinciones, becas y residencias
internacionales.