Del 2 de julio al 20 de septiembre de 2010, Malba – Fundación Costantini presenta una selección de 13 esculturas del artista Martín Blaszko (Berlín, 1920) –argentino por opción desde 1946-, realizadas en bronce y aluminio pintado. Emplazadas en la terraza del museo, las piezas proponen un recorrido por su vasta trayectoria, desde los años 40 hasta la actualidad.
Estas esculturas tienen la particularidad de haber sido concebidas para ser situadas en el espacio público. Fueron proyectadas para que dialoguen con la dinámica de la ciudad y sus habitantes, para que puedan ser recorridas y transitadas.
Desde sus inicios, Martín Blaszko centró su trabajo en temas vinculados a la proporción, el orden, la armonía y el lenguaje universal, búsquedas e intereses comunes al arte abstracto y concreto y a los orígenes del grupo argentino Madi.
Blaszko otorga particular interés a la función del artista en relación al desarrollo de las ciudades y los pueblos. En palabras del propio artista: “Siempre pensé la escultura para ser emplazada en el espacio público. Cuando dibujo ya estoy pensando en su relación en lo público.” Asimismo el artista elabora un nuevo concepto de monumentalidad, no basado en las dimensiones reales de la obra, sino en las relaciones proporcionales. “La monumentalidad de una escultura no es sólo una cuestión de altura. Es un asunto de organización interna de las formas y las sensaciones que el artista refleja en la escultura. (…) Por eso siempre busqué la monumentalidad cuya característica es justamente no la identificación de uno con uno, sino con otras leyes o expresar la ubicación de uno con el cosmos”, afirma el artista en una entrevista con María Teresa Constantín, publicada en Martín Blaszko. Una cita con sus semejantes (2000).
Estas esculturas tienen la particularidad de haber sido concebidas para ser situadas en el espacio público. Fueron proyectadas para que dialoguen con la dinámica de la ciudad y sus habitantes, para que puedan ser recorridas y transitadas.
Desde sus inicios, Martín Blaszko centró su trabajo en temas vinculados a la proporción, el orden, la armonía y el lenguaje universal, búsquedas e intereses comunes al arte abstracto y concreto y a los orígenes del grupo argentino Madi.
Blaszko otorga particular interés a la función del artista en relación al desarrollo de las ciudades y los pueblos. En palabras del propio artista: “Siempre pensé la escultura para ser emplazada en el espacio público. Cuando dibujo ya estoy pensando en su relación en lo público.” Asimismo el artista elabora un nuevo concepto de monumentalidad, no basado en las dimensiones reales de la obra, sino en las relaciones proporcionales. “La monumentalidad de una escultura no es sólo una cuestión de altura. Es un asunto de organización interna de las formas y las sensaciones que el artista refleja en la escultura. (…) Por eso siempre busqué la monumentalidad cuya característica es justamente no la identificación de uno con uno, sino con otras leyes o expresar la ubicación de uno con el cosmos”, afirma el artista en una entrevista con María Teresa Constantín, publicada en Martín Blaszko. Una cita con sus semejantes (2000).