La Subsecretaría de Cultura, a través de la Dirección General de Museos, anuncia la la muestra "200 años de Humor Gráfico", que inauguran el jueves 1º de julio a las 18 hs. el Museo de la Ciudad y el Museo del Dibujo y la Ilustración, en la sede del Museo de la Ciudad, Defensa 223.
Nuestro país tiene, a través de su historia, grandes dibujantes que también cultivan el humor. Aunar el arte del dibujo con el humor, sin que uno predomine sino que, al contrario, ambos se unifiquen en un lenguaje común, es sin duda una difícil tarea.
Los diarios y en especial las revistas han sido hasta hoy el vehículo más directo para que el humor llegue a la gente. La crítica política, la vida en general, los acontecimientos y todo aquello que nos rodea, puede ser tratado a través de la mirada satírica del humorista.
En el siglo XIX revistas como El Mosquito, Caras y Caretas o Fray Mocho reflejaron la vida política y los personajes que en ella actuaban, a veces casi sin piedad, pero con un rigor y una síntesis admirable.
En cuanto al reflejo humorístico de nuestra vida, son varios los ejemplos que podemos recordar. Sin duda, los grabados de César H. Bacle con las imágenes de una lejana Buenos Aires poblada de señoras tocadas por enormes peinetones que impiden la visión en el teatro o dificultan el paso de los sufridos peatones sean los que más rápido nos lleguen a la memoria.
De los años pasados no debemos olvidar a los grandes dibujantes como Demócrito, Heráclito, Henri Stein, Aurelio Giménez, José María Cao, Mario Zavattaro, entre otros, que iniciaron el camino del humor gráfico argentino, aunque muchos de ellos hubieran nacido en otros países, todos supieron vernos en nuestra propia realidad.
A través de los años y hasta hoy el humor gráfico sigue haciéndonos ver la vida mucho más divertida, esta muestra del Museo del Dibujo y la Ilustración que presenta el Museo de la Ciudad es una prueba contundente.
La muestra podrá visitarse de lunes a domingos y feriados de 11 a 20 hs., con entrada general $1, lunes y miércoles gratis.
Nuestro país tiene, a través de su historia, grandes dibujantes que también cultivan el humor. Aunar el arte del dibujo con el humor, sin que uno predomine sino que, al contrario, ambos se unifiquen en un lenguaje común, es sin duda una difícil tarea.
Los diarios y en especial las revistas han sido hasta hoy el vehículo más directo para que el humor llegue a la gente. La crítica política, la vida en general, los acontecimientos y todo aquello que nos rodea, puede ser tratado a través de la mirada satírica del humorista.
En el siglo XIX revistas como El Mosquito, Caras y Caretas o Fray Mocho reflejaron la vida política y los personajes que en ella actuaban, a veces casi sin piedad, pero con un rigor y una síntesis admirable.
En cuanto al reflejo humorístico de nuestra vida, son varios los ejemplos que podemos recordar. Sin duda, los grabados de César H. Bacle con las imágenes de una lejana Buenos Aires poblada de señoras tocadas por enormes peinetones que impiden la visión en el teatro o dificultan el paso de los sufridos peatones sean los que más rápido nos lleguen a la memoria.
De los años pasados no debemos olvidar a los grandes dibujantes como Demócrito, Heráclito, Henri Stein, Aurelio Giménez, José María Cao, Mario Zavattaro, entre otros, que iniciaron el camino del humor gráfico argentino, aunque muchos de ellos hubieran nacido en otros países, todos supieron vernos en nuestra propia realidad.
A través de los años y hasta hoy el humor gráfico sigue haciéndonos ver la vida mucho más divertida, esta muestra del Museo del Dibujo y la Ilustración que presenta el Museo de la Ciudad es una prueba contundente.
La muestra podrá visitarse de lunes a domingos y feriados de 11 a 20 hs., con entrada general $1, lunes y miércoles gratis.