“Dos amigos siempre fuimos…” es la muestra de los artistas Julio Giustozzi y Héctor Tessarolo, que se inaugura el próximo sábado 4 de julio a las 13 hs. en el Museo Benito Quinquela Martín.
En esta muestra se pueden encontrar tantos los rasgos individuales como comunes. Sus coincidentes convicciones estéticas han quedado testimoniadas y son muy evidentes en sus pinturas, tanto como los caminos compartidos en una afinidad espiritual capaz de entretejer arte y vida.
Italia y su cultura en sus primeros años de vida, y el ambiente artístico porteño más tarde, constituyen los trazos gruesos de ambas biografías que se reflejan en sus obras, también marcadas por las enseñanzas de Demetrio Urruchúa, el gran maestro que supieron compartir.
Un sabio, sólido y elegante equilibrio estructural es marca distintiva en la obra de ambos artistas, que también compartirán la preferencia por extremas síntesis formales y cromáticas.
Todo en sus pinturas es fruto de una armonía arduamente conquistada. En un fresco y muy serio juego capaz de conciliar opuestos, nuestros artistas sitúan sus obras en el exacto límite entre lo representado y lo apenas sugerido; entre la geométrica solidez estructural y las vibraciones sensibles de la materia; entre delicadas modulaciones cromáticas y potentes contrastes que animan vigorosamente el conjunto.
El Museo Benito Quinquela Martín agradece muy especialmente a los familiares de Julio Giustozzi y de Héctor Tessarolo, así como también al Dr. Oscar Cavarra, artífices de esta exposición de dos viejos amigos en el arte y la vida que, trascendiendo tiempos y distancias, se reencuentran aquí honrando, una vez más, la dimensión ética que siempre subyace a la experiencia estética.
Italia y su cultura en sus primeros años de vida, y el ambiente artístico porteño más tarde, constituyen los trazos gruesos de ambas biografías que se reflejan en sus obras, también marcadas por las enseñanzas de Demetrio Urruchúa, el gran maestro que supieron compartir.
Un sabio, sólido y elegante equilibrio estructural es marca distintiva en la obra de ambos artistas, que también compartirán la preferencia por extremas síntesis formales y cromáticas.
Todo en sus pinturas es fruto de una armonía arduamente conquistada. En un fresco y muy serio juego capaz de conciliar opuestos, nuestros artistas sitúan sus obras en el exacto límite entre lo representado y lo apenas sugerido; entre la geométrica solidez estructural y las vibraciones sensibles de la materia; entre delicadas modulaciones cromáticas y potentes contrastes que animan vigorosamente el conjunto.
El Museo Benito Quinquela Martín agradece muy especialmente a los familiares de Julio Giustozzi y de Héctor Tessarolo, así como también al Dr. Oscar Cavarra, artífices de esta exposición de dos viejos amigos en el arte y la vida que, trascendiendo tiempos y distancias, se reencuentran aquí honrando, una vez más, la dimensión ética que siempre subyace a la experiencia estética.