11 de noviembre de 2013

La galería Rolf Art participará de Paris Photo con obras de Jacques Bedel, Marcelo Brodsky, Facundo de Zuviría, Graciela Sacco y Gabriel Valansi

Paris Photo, la feria internacional de fotografía más relevante y exclusiva, se ha convertido en un evento clave en la agenda de las artes visuales reuniendo durante cuatro días artistas, curadores, coleccionistas e instituciones. 
Este año, por primera vez en su historia, Paris Photo ha seleccionado galerías argentinas, dos, para que participen con un espacio propio dentro de la 17° edición que se llevará a cabo entre el 14 y el 17 de noviembre próximos en el Grand Palais de la ciudad capital de Francia. 
La propuesta de exhibición de Rolf Art para la nombrada feria son obras de Jacques Bedel, de su serie Crímenes Políticos; Marcelo Brodsky, de Buena Memoria; Facundo de Zuviría, de Siesta Argentina; Graciela Sacco, de Cuerpo a cuerpo; y Gabriel Valansi, de Estado de sitio.

El perfil curatorial de Rolf Art, a cargo de Florencia Giordana Braun, se identifica con la búsqueda en el arte contemporáneo de un diálogo indisoluble entre densidad crítica y valor estético, la unión  entre las estrategias formales y la profundidad conceptual, mediante una propuesta de artistas que, con marcadas identidades individuales, utilizan la fotografía y la instalación como recurso.
Jacques Bedel. De la serie Crímenes Políticos, 1973-2012
Bedel inicia en 1973 la serie Crímenes Políticos. La técnica del fotomontaje le permite unir elementos aparentemente incongruentes para generar una perturbadora metáfora del mal. El artista toma como punto de partida antiguos grabados arquitectónicos del siglo XIX y, en ellos, introduce cadáveres anónimos de atentados reales perpetrados por la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) publicados en los medios de comunicación. Así, los cuerpos caen arrojados al vacío o yacen inertes en las reproducciones de interiores neoclásicos, donde una rigurosa “X” señala fríamente el lugar del hecho a modo de un informe policial
Marcelo Brodsky. De la serie Buena Memoria, 1967
Buena Memoria se centra en los tiempos de la última dictadura militar argentina, torturadora y asesina de miles de ciudadanos. Al regresar de su exilio en España a su tierra natal a la edad de cuarenta años, Marcelo Brodsky utilizó  fotografías familiares como punto de partida para un cuerpo de obras que tratan de comunicar el trauma de la experiencia vivida. La obra 1er Año, 6ta División, 1967 es una reproducción a gran escala de una fotografía de su  clase tomada en ese mismo año en el Colegio Nacional de Buenos Aires. 
Graciela Sacco. De la serie Bocanada, 1993
En la obra de la serie Cuerpo a Cuerpo, Graciela Sacco sitúa una fotografía de una manifestación que avanza hacia el espectador y la incrusta sobre tablones de madera encontrados. El documento fotográfico, tomado de  archivos históricos, es privado de su cohesión. Las tablas, irregulares y paralelas, le otorgan un cuerpo a la imagen. A medida que uno toma distancia, la imagen confrontativa se ordena en el ojo del espectador, mientras que las grietas entre ellas advierten sobre diversas situaciones diacrónicas. Las maderas intervenidas cargan con su propia memoria muda: su habla silenciosa emerge en los bordes y proyecta sus sombras.
Facundo de Zuvirira. De la serie Siesta Argentina, 2003
En Siesta Argentina, Facundo de Zuviría retrata bares, antiguas peluquerías, lavaderos y fachadas que son parte constitutiva del paisaje urbano y de la memoria cotidiana de la ciudad de Buenos Aires. Esos lugares son también espacios de huellas y marcas, muchas indescifrables y otras reconocibles, que el tiempo depositó en ellas como restos de carteles, graffitis inconclusos y avisos publicitarios.  La mayoría de las imágenes muestra locales cerrados en plena luz del día. Sin embargo, ninguno invoca la paz de un domingo, ninguno sugiere el descanso de una “siesta”. Se trata de otra cosa, totalmente distinta.

Gabriel Valansi acumula, en Estados de sitio,  decenas de archivos desclasificados de diferentes enfrentamientos sociales del siglo XX, montados en múltiples módulos lenticulares. Las imágenes apropiadas se fragmentan, se interrumpen y se yuxtaponen en una sucesión de capas, como en una suerte de marea vertiginosa o caótica. Sus obras no muestran directamente el horror de la guerra, como si se tratara de algo inefable. Intentan capturar el revés, los intervalos de la trama del supuesto “realismo” de las representaciones bélicas.