15 de julio de 2019

Dos excelentes muestras para visitar durante el invierno en FOLA


FOLA presenta los nuevos proyectos de exposiciones que se exhiben en su espacio de Godoy Cruz 2626, Distrito Arcos, Palermo, ciudad de Buenos Aires.

"El fantasma de la libertad", con curaduría de Rodrigo Alonso, se exhibe hasta el 13 de octubre.

Dentro de los numerosos temas que han atraído la atención de los fotógrafos argentinos, el encierro pareciera ocupar un lugar singular. Quizás debido a que, al ver el tratamiento que damos a las personas más vulnerables o apartadas de las normas que nos rigen como colectividad, podemos evaluar la calidad humana de la sociedad en la cual vivimos.
 
Lo cierto es que muchos artistas han registrado las condiciones de hospitales psiquiátricos, cárceles, hogares de ancianos y otros espacios de cuidado y control, dejando testimonio de una cotidianidad diferente a la que estamos acostumbrados. Sus imágenes exhiben personas y situaciones frecuentemente sustraídas a la mirada, al tiempo que nos brindan un espejo para reflexionar sobre el valor y las fronteras de la libertad.
 
Artistas participantes: Sara Facio, Alicia D’Amico, Eduardo Gil, Adriana Lestido, Ataúlfo Pérez Aznar, Alfredo Srur, Helen Zout, Tony Valdez, Gian Paolo Minelli, María Eugenia Cerutti, Roberto Huarcaya, Pablo Cabado, Sub. Cooperativa de fotógrafos, Marcela Astorga, Eduardo Longoni, Paula Lobariñas, Sebastián Friedman

"La vida de Oscar" (ensayo fotográfico 1998 - 2016 y proyección de documental) de Daniel Muchiut con curaduría de Gabriel Díaz, se exhibe hasta el 4 de agosto.

Durante muchos años deambuló por la ciudad de Chivilcoy, cargado de bolsas, acompañado por perros. Nadie parecía darse cuenta de su presencia, apenas algunos se le acercaban. Simbolizó la caída de un ser a lo más profundo, nos devolvió el espejo de cuan cruel puede ser una sociedad.
 
Oscar Ojeda, nació el 20 de octubre de 1950, en Misiones. A los 5 años, junto con sus hermanos Irma y Raul fueron traídos por su madre a Buenos Aires. Dejados en casa de una tía, maltratados, volvieron con ella, a vivir con su padrastro en un horno de ladrillos en Tortuguitas, partido de Malvinas Argentinas, gran Buenos Aires. 
No fue fácil la convivencia con el padrastro. Fue dolorosa. Dejo secuelas en los tres.
Cuando Oscar tenía 8 años y Raúl 5 años fueron llevados a La Plata al Juzgado de Menores, donde fueron entregados a distintos orfanatos. Raúl a Olavarría y Oscar fue a Chivilcoy.
 
Cuenta Raúl que al irse por un pasillo largo, llevado de la mano por dos abogados y arrancados definitivamente para siempre, Raúl le dijo llorando por última vez: “Titi no me dejes solo por favor”.
Nunca más se volvieron a ver.
Oscar trabajo en distintos hornos de ladrillo, llevaba una vida normal, tenía novia, amigos. Fue acusado injustamente por la policía, preso y golpeado. Lastimado en su estima, Oscar nunca más volvió a ser el mismo.
Vivió en la calle, en autos abandonados, en taperas, en pensiones, bajo chapas, plantas, muy precariamente. Debilitándose lentamente por la vida a la intemperie, en el 2003 cayó muy enfermo. Del Hospital recomendaron dejarlo en el Hogar de Ancianos Municipal. Lugar donde vive hasta hoy.
 
Pasaron 58 años, donde Irma y Raúl lo buscaron incansablemente.
Por cosas de la vida, el domingo 27 de agosto de 2017, volvieron a encontrarse. Fue estremecedor, hermoso y emocionante!