El artista Johann Peter Bauza presenta “Entre sombras y Luces”, exposición que refleja un juego de colores marcados por paisajes desolados de Venecia y Escocia, en el mismísimo lugar donde se filmó la película “Highlander”.
La muestra cuenta con 9 obras de Fine Art Prints, en edición limitada, seriada y certificada.
La curaduría es de Virginia Fabri, encargada del Departamento de Fotografía del Centro Cultural Borges, y quien fuera curadora de las muestras de Steve McCurry, René Burri y Bob Gruen, entre otros.
Todo lo recaudado de las posibles ventas de sus obras se destina a un proyecto humanitario que el artista se encuentra realizando en África.
La muestra cuenta con 9 obras de Fine Art Prints, en edición limitada, seriada y certificada.
La curaduría es de Virginia Fabri, encargada del Departamento de Fotografía del Centro Cultural Borges, y quien fuera curadora de las muestras de Steve McCurry, René Burri y Bob Gruen, entre otros.
Todo lo recaudado de las posibles ventas de sus obras se destina a un proyecto humanitario que el artista se encuentra realizando en África.
Comienza el día 10 de septiembre y se extenderá hasta el 1 de noviembre en el Espacio de Arte UCEMA, Reconquista 775, Buenos Aires.
"La serie Entre Sombras y Luces del fotógrafo alemán Peter Bauza nos propone un cambio. Dejar momentáneamente atrás el blanco y negro tan característico de sus fotografías, las bellísimas imágenes del África donde Peter retrata sus poblaciones, sus conflictos, sus luchas cotidianas, para insertarse en un juego de colores plasmados en imágenes de paisajes desolados y exquisitos, marcados por la ausencia de la gente. Un sutil juego de luces y sombras recorre esos paisajes, representados con la sensibilidad que caracteriza su obra.
No es casual el título elegido por Peter para esta exposición: Entre Sombras y Luces es una excelente metáfora, que nos sirve para graficar de modo particular el “Mito de la Caverna” de Platón. En su alegoría de la caverna, Platón relata sobre un grupo de prisioneros atados desde su infancia por cadenas que le impiden girar la cabeza hacia atrás. Su visión se remite tan solo al muro del fondo, donde se proyectan sombras de la gente que pasa por atrás, iluminadas por una hoguera. Estas sombras resultan ser las apariencias, el mundo de lo sensible al cual los prisioneros toman por real.
Finalmente, uno de los prisioneros logra liberase y salir de la caverna para conocer el mundo externo. Deslumbrado por la luz del sol, no logra inicialmente distinguir lo verdadero. Gradualmente logrará comprender que se trata de objetos reales iluminados por la luz nocturna, que adquirirán forma con la llegada de la luz del día. El prisionero regresará luego a contar esta verdad a sus compañeros de la caverna.
Como el personaje central de esta alegoría, Peter Bauza se transforma en una suerte de filósofo, que cámara en mano saldrá del mundo de las sombras a recorrer el mundo real. A través de sus imágenes podrá hacer conocer esa nueva verdad, con la cual intentará luego liberar a los prisioneros de la ignorancia. Desacostumbrado a la luz y a los efectos de no enceguecer, buscará primero las sombras y los reflejos en el agua, tal como el prisionero de Platón. Lentamente se irá acostumbrando al nuevo entorno y buscará la luz del sol, los cambios de los paisajes, sus colores, su belleza, que son sino el mundo de las ideas.”, la operatoria se repite: horas de caminata o tiempo transcurrido buscando un lugar especial donde mejor se refleje ese juego de luces y sombras que le permitirá realizar las mejores tomas, el resultado está a la vista en estas nueve imágenes a color exhibidas." Virginia Fabri.
No es casual el título elegido por Peter para esta exposición: Entre Sombras y Luces es una excelente metáfora, que nos sirve para graficar de modo particular el “Mito de la Caverna” de Platón. En su alegoría de la caverna, Platón relata sobre un grupo de prisioneros atados desde su infancia por cadenas que le impiden girar la cabeza hacia atrás. Su visión se remite tan solo al muro del fondo, donde se proyectan sombras de la gente que pasa por atrás, iluminadas por una hoguera. Estas sombras resultan ser las apariencias, el mundo de lo sensible al cual los prisioneros toman por real.
Finalmente, uno de los prisioneros logra liberase y salir de la caverna para conocer el mundo externo. Deslumbrado por la luz del sol, no logra inicialmente distinguir lo verdadero. Gradualmente logrará comprender que se trata de objetos reales iluminados por la luz nocturna, que adquirirán forma con la llegada de la luz del día. El prisionero regresará luego a contar esta verdad a sus compañeros de la caverna.
Como el personaje central de esta alegoría, Peter Bauza se transforma en una suerte de filósofo, que cámara en mano saldrá del mundo de las sombras a recorrer el mundo real. A través de sus imágenes podrá hacer conocer esa nueva verdad, con la cual intentará luego liberar a los prisioneros de la ignorancia. Desacostumbrado a la luz y a los efectos de no enceguecer, buscará primero las sombras y los reflejos en el agua, tal como el prisionero de Platón. Lentamente se irá acostumbrando al nuevo entorno y buscará la luz del sol, los cambios de los paisajes, sus colores, su belleza, que son sino el mundo de las ideas.”, la operatoria se repite: horas de caminata o tiempo transcurrido buscando un lugar especial donde mejor se refleje ese juego de luces y sombras que le permitirá realizar las mejores tomas, el resultado está a la vista en estas nueve imágenes a color exhibidas." Virginia Fabri.