La galería de arte Nora Fisch presenta la exposición "Ana Tiscornia. Obra reciente", que inaugura el sábado 7 de septiembre a las 19 hs. en Güemes 2967, entre Gallo y Agüero, Buenos Aires.
Se puede visitar hasta el 18 de octubre, martes a viernes de 15 a 19 hs. o coordinando cita fuera de este horario, info@norafisch.com.
Se puede visitar hasta el 18 de octubre, martes a viernes de 15 a 19 hs. o coordinando cita fuera de este horario, info@norafisch.com.
Con entusiasmo anunciamos la primera muestra individual de Ana Tiscornia en una galería argentina. Nacida en Uruguay y residente en Nueva York desde 1990 Ana es considerada como "una figura central de la comunidad de artistas latinoamericanos radicados en Nueva York" que "ha desarrollado un trabajo muy personal y consistente, situado a caballo entre la práctica artística, la crítica, la curaduría y la pedagogía." (Gabriela Rangel, Directora de Artes Visuales de Americas Society, NYC, en Arte al Día Internacional, septiembre 2012).
La problemática de los espacios que se habitan es central a su obra, aún cuando éstos son sometidos a implosiones y distorsiones diversas. Ana reflexiona no sólo sobre el espacio como contenedor de memorias o experiencias sino también acerca del espacio intersticial, lo que sucede cuando aparecen quiebres de categorías y modalidades de estar en el mundo, como las experiencias de dislocación de los inmigrantes o los sin-casa presentes en las urbes globales, o de manera menos tangible, los nuevos estilos de habitar y de relacionarse con el otro o los colapsos de la memoria inherentes a la contemporaneidad. El resultado final es una poética de la vulnerabilidad tratada en términos casi abstractos y con gran belleza formal, en donde parece escucharse el legado rioplatense del arte constructivo, traducido en tiras de cartón corrugado, capas de papel impreso, fragmentos de red plástica, retazos de telas.
La problemática de los espacios que se habitan es central a su obra, aún cuando éstos son sometidos a implosiones y distorsiones diversas. Ana reflexiona no sólo sobre el espacio como contenedor de memorias o experiencias sino también acerca del espacio intersticial, lo que sucede cuando aparecen quiebres de categorías y modalidades de estar en el mundo, como las experiencias de dislocación de los inmigrantes o los sin-casa presentes en las urbes globales, o de manera menos tangible, los nuevos estilos de habitar y de relacionarse con el otro o los colapsos de la memoria inherentes a la contemporaneidad. El resultado final es una poética de la vulnerabilidad tratada en términos casi abstractos y con gran belleza formal, en donde parece escucharse el legado rioplatense del arte constructivo, traducido en tiras de cartón corrugado, capas de papel impreso, fragmentos de red plástica, retazos de telas.