
Las posibilidades de intervención que trae consigo el popularizado sistema digital, han transformado el lenguaje fotográfico al admitir limites confusos entre lo real y lo ficticio, lo verdadero y lo falso. Alejandro Tosso juega con ellas para cuestionar la naturaleza y los prejuicios en torno a la imagen "realista y entonces verdadera" de la fotografía, tan endeble y manipulable como los mismos recuerdos.
El artista presenta una serie de fotomontajes y retoques digitales de imágenes elegidas de entre fotografías íntimas, fallidas, de celebraciones familiares, viajes, vacaciones… recuerdos con los que pinta nuevos universos, en los que la fotografía es una forma de evocación simbólica de “lo real", así como lo era en la pintura para los simbolistas, “un soñar de nuevo el mundo”.