Inaugurando el martes 11 de noviembre a partir de las 19 horas y hasta el sábado 6 de diciembre galería Rubbers Internacional presenta "Escenas de la vida cotidiana (y algo mas)" del artista Eduardo Médici y "Conciencia del paisaje" de Sonia Etchart.
"Escenas
Un hombrecito protegiéndose con un paraguas bajo un cielo luminoso, un tren saliendo de una pared-pantalla en un choque inevitable con la Gradiva, un escenario teatral donde acontecen varias situaciones, un pájaro sobre una lámpara que ilumina una cabeza en un pedestal; al fondo, vigilante, la figura negra de un mamut. El grito de una mujer en llamas, un chamán a punto de explotar algo, una mano que revuelve una pareja en un caldero.
Un hombrecito protegiéndose con un paraguas bajo un cielo luminoso, un tren saliendo de una pared-pantalla en un choque inevitable con la Gradiva, un escenario teatral donde acontecen varias situaciones, un pájaro sobre una lámpara que ilumina una cabeza en un pedestal; al fondo, vigilante, la figura negra de un mamut. El grito de una mujer en llamas, un chamán a punto de explotar algo, una mano que revuelve una pareja en un caldero.
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| Eduardo Médici. "Lumiere de luz", acrílico sobre tela |
Estas son algunas de las escenas cotidianas que en la obra de Eduardo Médici han sido. Pues, en el preciso momento que nos enfrentemos a ella, lo cotidiano ya será otra cosa. Será eso que no debería aparecer y aparece. Eso que sin velo nos acerca a lo imposible."
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| Sonia Etchart. Dos árboles |
"Sonia Etchart, conciencia del paisaje
Volver sobre la obra de Sonia Etchart es tan necesario como re-visitar una foresta, un bosque siempre el mismo pero cambiante, donde las variables del clima o de la luz agregan matices y transformaciones interesantes para el observador.
Volver sobre la obra de Sonia Etchart es tan necesario como re-visitar una foresta, un bosque siempre el mismo pero cambiante, donde las variables del clima o de la luz agregan matices y transformaciones interesantes para el observador.
En el caso de sus paisajes arbóreos, las transformaciones vienen desde el mundo interior de la propia artista, atenazado desde luego por los accidentes biográficos. Un bosque no puede cambiar esencialmente, o deja de ser tal; lo mismo ocurre con la obra de Sonia Etchart; sin embargo los matices hacen aquí la diferencia.
En la presente muestra irrumpen con más energía los polípticos, trasunto quizá de la fragmentación del ser de la propia artista, lo que es llevado al extremo en aquella pieza que es una suerte de puzle, donde los árboles se pueden de-construir casi al arbitrio del observador, y donde –principalmente esto- cada pieza es en sí misma un todo.
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| Sonia Etchart. Lago Ranco |
Esta fragmentación de lo observado, en su tensión de trances internos, tiene una sutil relación con la obra “De a dos”, foresta de gran dramatismo, donde un tupido telón de sombríos bosques pone en relieve la unión de dos [árboles] frente a lo demás, ensombrecido en la no individuación.
El agua, como presencia purificadora aparece en la presente muestra en la forma de quietos lagos, espejos de fondos infinitos o indeterminados, como aquel otro paisaje: la conciencia.
Mediante una dialéctica de observador-observado, Sonia Etchart descubre en la conciencia del paisaje, el paisaje de su propia conciencia. Por eso no hay que perder de vista el pequeño tríptico donde la artista se ha centrado en la punta de la copa de los árboles; pero como estos no llegan lo suficientemente altos, ha pintado unas escaleras; porque “Para subir al cielo, para subir al cielo / se necesita una escalera grande / Una escalera grande y otra chiquita”. Guillermo Carrasco Notario.
La exposición se puede visitar de lunes a viernes de 11 a 20 horas. y sábados de 11 a 13.30 horas. en Av. Alvear 1595, Buenos Aires, Argentina.
