Las propuestas de las artistas aquí convocadas –Lorena Faccio, Marta Parga y Carolina San Martín- según palabras de su curador Héctor Medici “...expanden, reformulan y enriquecen la cuestionada hegemonía del cuadro y aportan un sesgo personal a la eterna disputa entre tradición e innovación, convirtiendo su trabajo artístico en algo más que en una mera adhesión o cita formal a los postulados planteados por las vanguardias históricas de la modernidad”.
Lorena Faccio, nos presenta un módulo desarmable compuesto por almohadones de colores primarios, invitando al espectador a tener un rol activo por sobre la simple contemplación, descomponiendo, de esta manera, los límites espaciales del objeto en sí mismo.
Marta Parga, trabaja con finísimas estacas de madera blanca, en donde lo constructivo y lo expresivo se funde a partir de uso deliberado de los efectos de la luz y la sombra. Es así como la propuesta presenta una elaborada y consiente formulación de la desmaterialización, superando las específicas características dimensionales del espacio.
Y por último, se encuentra Carolina San Martín, quien propone desde la instalación como lenguaje artístico, una nueva lectura sobre el carácter ilusorio del espacio, en donde superpone planos de color, los cuales articulan un espacio perceptivo virtual, que “...a modo de “puerta” permitiría el acceso a un espacio opuesto, simétrico y complementario” plantea Medici.
Lorena Faccio, nos presenta un módulo desarmable compuesto por almohadones de colores primarios, invitando al espectador a tener un rol activo por sobre la simple contemplación, descomponiendo, de esta manera, los límites espaciales del objeto en sí mismo.
Marta Parga, trabaja con finísimas estacas de madera blanca, en donde lo constructivo y lo expresivo se funde a partir de uso deliberado de los efectos de la luz y la sombra. Es así como la propuesta presenta una elaborada y consiente formulación de la desmaterialización, superando las específicas características dimensionales del espacio.
Y por último, se encuentra Carolina San Martín, quien propone desde la instalación como lenguaje artístico, una nueva lectura sobre el carácter ilusorio del espacio, en donde superpone planos de color, los cuales articulan un espacio perceptivo virtual, que “...a modo de “puerta” permitiría el acceso a un espacio opuesto, simétrico y complementario” plantea Medici.
