Malba – Fundación Costantini rinde homenaje al artista Carlos Gallardo (Buenos Aires, 1944 – 2008), con la presentación de un conjunto de obras inéditas de su producción más reciente. Se exhiben cuatro series de fotografías que el artista realizó entre los años 2007 y 2008: Theatrum mundi, Vestigio (Errancias), Erratum y (Destiempos), que reflexionan sobre el tiempo y la memoria, dos temas recurrentes en la obra de Gallardo.
“Estas series poseen un clima de raíz existencial, esa idea de que los seres humanos fuimos lanzados a la existencia. No es a la belleza del mundo a lo que remite la obra de Carlos Gallardo, sino a la fugacidad de lo que está detrás de las imágenes en apariencia estáticas. Esa sensación de hermetismo, de dificultad de interrogar las escenas”, afirma la curadora Mercedes Casanegra.
La exposición incluye también un video que muestra la identidad multifacética del artista, que comenzó como diseñador gráfico y continuó realizando escenografías y vestuarios para los ballets dirigidos por Mauricio Wainrot, tanto en el país como en el exterior. Su desarrollo como artista visual fue paralelo a todo ello.
En simultáneo con la exposición, Malba editó un catálogo bilingüe español – inglés, con un ensayo curatorial de Mercedes Casanegra, una cronología biográfica del artista y la reproducción color de las obras presentes en la muestra.
Carlos Gallardo nació en Buenos Aires en 1944. En la década del 80, empezó a trabajar en el campo del diseño y realizó los celebrados afiches del Teatro General San Martín; luego, abandonó esta actividad para dedicarse de lleno a la pintura. El desarrollo de su producción estuvo atravesado por su contacto con distintos ámbitos ya que residió en Canadá, México, Bélgica, Chile y Argentina. Éste fue uno de los factores que lo impulsó a reflexionar sobre los recuerdos y la historia. Sus obras reconstruyeron el pasado y dejaron aflorar un inventario de conocimientos en donde se cruzaron no sólo referencias estéticas, sino también la arqueología, la historia y la psicología.
La producción de Carlos Gallardo como artista visual pasó por muchas etapas, caracterizadas por el uso de diferentes medios expresivos y estrategias: acrílico sobre tela, objetos, objetos encontrados o buscados, cartas, mecanismos variados, fragmentos de máquinas de escribir, calendarios, buzones, resortes, polípticos, instalaciones y fotografías, entre otros, y la palabra, como recurso intermitente pero permanente.
La utilización de la fotografía se fue incorporando de manera paulatina, hasta volverse autónoma, como en las cuatro series de esta exposición, que dan cuenta de varias modalidades propias de su trabajo. “El artista vivió muchos años fuera de su país, y ésta es una de las razones por las cuales se sentía un errante y tantas obras suyas pueden tener ese carácter de lo errabundo”, cuenta la curadora. En palabras de Gallardo: “El archivista que soy se ha convertido en un basurero que recoge por las calles del mundo todo vestigio de memoria…”.
La muestra se puede visitar hasta el 14 de junio de 2010 en la Sala 3 del 1º piso del Malba, Avda. Figueroa Alcorta 3415, Buenos Aires.
“Estas series poseen un clima de raíz existencial, esa idea de que los seres humanos fuimos lanzados a la existencia. No es a la belleza del mundo a lo que remite la obra de Carlos Gallardo, sino a la fugacidad de lo que está detrás de las imágenes en apariencia estáticas. Esa sensación de hermetismo, de dificultad de interrogar las escenas”, afirma la curadora Mercedes Casanegra.
La exposición incluye también un video que muestra la identidad multifacética del artista, que comenzó como diseñador gráfico y continuó realizando escenografías y vestuarios para los ballets dirigidos por Mauricio Wainrot, tanto en el país como en el exterior. Su desarrollo como artista visual fue paralelo a todo ello.
En simultáneo con la exposición, Malba editó un catálogo bilingüe español – inglés, con un ensayo curatorial de Mercedes Casanegra, una cronología biográfica del artista y la reproducción color de las obras presentes en la muestra.
Carlos Gallardo nació en Buenos Aires en 1944. En la década del 80, empezó a trabajar en el campo del diseño y realizó los celebrados afiches del Teatro General San Martín; luego, abandonó esta actividad para dedicarse de lleno a la pintura. El desarrollo de su producción estuvo atravesado por su contacto con distintos ámbitos ya que residió en Canadá, México, Bélgica, Chile y Argentina. Éste fue uno de los factores que lo impulsó a reflexionar sobre los recuerdos y la historia. Sus obras reconstruyeron el pasado y dejaron aflorar un inventario de conocimientos en donde se cruzaron no sólo referencias estéticas, sino también la arqueología, la historia y la psicología.
La producción de Carlos Gallardo como artista visual pasó por muchas etapas, caracterizadas por el uso de diferentes medios expresivos y estrategias: acrílico sobre tela, objetos, objetos encontrados o buscados, cartas, mecanismos variados, fragmentos de máquinas de escribir, calendarios, buzones, resortes, polípticos, instalaciones y fotografías, entre otros, y la palabra, como recurso intermitente pero permanente.
La utilización de la fotografía se fue incorporando de manera paulatina, hasta volverse autónoma, como en las cuatro series de esta exposición, que dan cuenta de varias modalidades propias de su trabajo. “El artista vivió muchos años fuera de su país, y ésta es una de las razones por las cuales se sentía un errante y tantas obras suyas pueden tener ese carácter de lo errabundo”, cuenta la curadora. En palabras de Gallardo: “El archivista que soy se ha convertido en un basurero que recoge por las calles del mundo todo vestigio de memoria…”.
La muestra se puede visitar hasta el 14 de junio de 2010 en la Sala 3 del 1º piso del Malba, Avda. Figueroa Alcorta 3415, Buenos Aires.