20 de noviembre de 2018

Henrique Faria Buenos Aires exhibe obras de Osvaldo Romberg en la sala principal y de Horacio Zabala en la sala E


Henrique Faria Buenos Aires presenta “Estudios de color: del análisis a la metáfora”, una muestra que reúne obras del período en el que Osvaldo Romberg (Buenos Aires, 1938) desarrolló una obra a todas luces histórica en cuanto a la revisión de las teorías del color a partir de los desarrollos conceptuales que tuvieron lugar en Argentina y Latinoamérica entre los primeros años setenta y ochenta.
La muestra incluye más de 15 obras clave de Romberg y se puede ver a partir del miércoles 21 de noviembre y permanecerá abierta hasta principios de 2019.
 
Romberg. From gray towards white three times through the chromatic circle, 1977. Acrílico sobre tela. 164 x 228 cm
 
Nómade y constructor, artista que ha dejado huellas en el cuerpo, en los paisajes, en los colores, Osvaldo Romberg fue parte de Experiencias 69 en el Instituto Di Tella (con una obra que sufrió la censura del gobierno de Onganía) y realizó sus obras de la primera mitad de los años setenta cuando fue convocado a renovar el programa de la Escuela de Arte de la Universidad de Tucumán. Ahí llegó con las enseñanzas del arquitecto Gastón Breyer y recibió la influencia del también arquitecto Eduardo Sacriste, autor del libro Huellas de edificios. Como explica Gonzalo Aguilar (UBA-UNSAM) en el texto crítico de la muestra “si bien Romberg comenzó como arquitecto, siempre actuó desde los bordes: el gesto arquitectónico no lo abandonó, pero desde la práctica artística Romberg transgredió uno de los mitos que domina el pensamiento occidental, el racionalismo, que se aplicó intocado a la arquitectura. Romberg socava esta dimensión a partir de la performance corporal y de la heurística (la invención) porque ¿qué es el paisaje sin el cuerpo que lo experimenta? ¿Qué es un cuadro sino los colores que lo componen y que oscilan entre elecciones locales, históricas y afectivas? Y lo sensorial, ¿a qué esfera pertenece? ¿Qué es lo que excede lo racional y que sería insuficiente y pobre denominar irracional? Los colores, los paisajes, los cuerpos tienen su parte racional (tienen medidas que admiten enfoques tipológicos) pero también poseen cualidades emocionales, sensoriales, míticas”.

El mismo Romberg explica la génesis de sus cuadros donde los estudios de color salen del boceto y el análisis para devenir en tema central de sus pinturas. “Observé que si Liechtenstein había podido aislar una escena del cómic para ampliarla y obtener una imagen abstracta, yo podía hacer lo mismo con los estudios de color que al fin y al cabo eran mucho más antiguos que los cómics. Fui el primer artista que los llevó a esa dimensión”. Por este tipo de obras, Aguilar ubica a Romberg en una genealogía de la influencia de Kasimir Malevich en Latinoamérica. “Desde el concretismo, que descubrió a Malevich en la revista francesa Art de aujourd’hui, un hilo malevichiano recorre el arte latinoamericano que llega a Hélio Oiticica, Mirtha Dermisache y Horacio Zabala, por nombrar sólo algunos. En esta lista ocupa un lugar de privilegio Osvaldo Romberg que, desde principios de los setenta, viene trabajando con la intensidad de los colores y su significación. Los referentes son variados: desde las sillas de Joseph Kosuth (sustituidas por colores) hasta Goethe y su teoría de los colores. No sólo porque el escritor alemán llevó adelante un estudio del color a partir de la percepción y de la inclusión de la psicología y la sensibilidad sino, justamente, por su noción del blanco no como ausencia de color sino como destello opaco de lo transparente puro. Antes que una carencia, el blanco es expresión, intensidad, exceso. El poder de lo neutro”.
 
Romberg. Estudio del color para “La Ronda Nocturna” (Rembrandt), 1974. De la serie "Historia del Arte", collage, pintura acrílica y lápiz sobre papel. 77 x 49,5 cm 
Siguiendo las ideas de Kosuth, Romberg desarrolló su serie El paisaje como idea, ya con un pie en el exilio. “Me tuve que ir de Tucumán porque todos mis alumnos estaban desapareciendo. Y mi número estaba en todas sus libretas. Me sentí en riesgo y decidí dejar la Argentina”. Luego de los estudios de color, entonces, Romberg se abocó a una de sus series más reconocidas. Tomó obras de arte clásico como La ronda nocturna (Rembrandt) para volver a presentarlas junto a un análisis de su composición y sistema de color. Romberg explica cómo surgió esta idea: “Me influenció mucho la lectura de Thomas Kuhn y su teoría de los dos paradigmas. Él señalaba que a un paradigma siempre le correspondía un contraparadigma y decía que entre ambos se producía una zona neutra, metafísica. Me pareció muy atractivo llevar ese concepto a la pintura y llegar a una síntesis entre el paradigma de Giotto y el de Cézanne y poner en un mismo espacio una pintura de composición y perspectiva y otra plana. Nunca antes las ideas de Kuhn se habían llevado a la pintura”.
Para Henrique Faria Buenos Aires mostrar este cuerpo antológico de obra de Osvaldo Romberg en el nuevo espacio es una forma de sostener la originalidad de los conceptualismos latinoamericanos.
 
Romberg. All the Colors of the Chromatic Wheel Interpolated by blue, 1980. Acrílico sobre tela. 200 x 180 cm
Osvaldo Romberg nació en 1938 en Buenos Aires. Estudió arquitectura en los años cincuenta y realizó diversos viajes en los años siguientes. En 1971-1972, se radicó en la provincia de Tucumán en el interior de la Argentina para encargarse de la Facultad de Artes, experiencia que marcó su obra para siempre. En 1972, expuso en el CAyC la muestra El paisaje como idea. A partir de 1973 comenzó a vivir en diferentes países realizando diversas exposiciones alrededor de todo el mundo: Projects and Color (ICA, Londres, 1974), Typologies (International Cultureel Centrum, Location: Amberes, 1975), L’enseignement des Couleurs (Galerie Staedler, París, 1979, texto de Marcelin Pleynet), Mythologies from Altamira to Manet: An Emotional Analysis of Art History (presentada en Tel Aviv, Vienna, Aache y Strasbourg, 1980-1981), Theater of transparency (ZKM, Karlsruhe, 2009); Imán: Nueva York (Fundación Proa, Buenos Aires, 2010); Sistemas, Acciones y Procesos: 1965-1975 (Fundación Proa, Buenos Aires, 2011); Photography in Argentina, 1850–2010: Contradiction and Continuity (Getty Museum, Los Angeles, Estados Unidos (2017), Fotografía Argentina 1850-2010: Contradicción y continuidad (Fundación PROA, Buenos Aires, 2018); Homage to Osvaldo Romberg (Philadelphia Museum of Art, 2018) y muchas otras.
Fue el primer artista vivo que expuso individualmente en el Bahaus Archive de Berlín en 1980. Además de curar diversas muestras (es co-fundador de White Box Gallery en New York), Romberg ha sido profesor en Bezalel Academy of Art en Jerusalem entre 1973 y 1983 y profesor visitante en diversas universidades norteamericanas.
Su obra forma parte de importantes colecciones, como ser las del Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires; Museo de Arte Moderno de Buenos Aires; MUHKA-Museum of Contemporary Art, Amberes; Kunstmuseum, Bonn; Museum Moderner Kunst, Viena; The Jewish Museum, New York; Museum of Modern Art, New York; Philadelphia Museum, Philadelphia; California State University, University Library, Long Beach; Library of Congress, Washington, DC; The Israel Museum, Jerusalem; The Tel Aviv Museum, Tel Aviv; entre otras.
Actualmente vive y trabaja en Tel Aviv, Filadelfia e Ilha Grande (Brasil). 


En paralelo con la muestra de Osvaldo Romberg se presenta en la sala E una muestra de cámara de Horacio Zabala: “Anteproyectos & Hipótesis”. Se trata de un conjunto de obras realizadas entre 2013 y 2018, que reúne anteproyectos, en grafito y lápiz color sobre papel calco; y las hipótesis, compuestas por pinturas monocromas y signos de madera. Acerca de esta muestra, explica Zabala: “El término anteproyecto es de uso frecuente en la arquitectura y el diseño, pero no en el arte. Sin embargo lo prefiero a croquis o boceto pues estos están demasiado próximos al gesto y la improvisación. La Serie de las Hipótesis es una investigación en curso sobre las relaciones entre monocromos y signos. Aunque tanto unos como otros son presencias visibles, mi interés no solo se orienta hacia lo que se ve sino también hacia lo que se piensa de lo que se ve”. 
 
Horacio Zabala. Anteproyecto para tres monocromos y un paréntesis, 2016. Grafito y lápiz color sobre papel calco. 18,5 x 41 cm 
 
Horacio Zabala nació en Buenos Aires, en 1943. Se recibió de arquitecto en 1973 aunque desde mediados de la década del sesenta se dedicó a las artes visuales, actividad que continúa hasta el día de hoy. Desde entonces, lleva adelante una obra de riesgo experimental y densa reflexión teórica que se vincula con el arte conceptual. En 1967 hace su primera muestra en la Galería Lirolay y en 1972 participa en la exposición colectiva Arte e ideología CAyC al aire libre con la obra 300 metros de cinta negra para enlutar una plaza pública. Durante la década del 70 forma parte del Grupo de los Trece y en 1973 presenta Anteproyectos en el Centro de Arte y Comunicación (CAyC), exposición en la que trabajó con diferentes soportes y lleva el diseño arquitectónico al terreno de la especulación ficticia e intelectual. A partir de 1976, Zabala vivió durante 22 años fuera del país en Roma, Viena y Ginebra.
En 1997 realizó la obra El arte o el mundo por segunda vez, concebida para Internet, que un año después “tradujo” a un libro editado por la Universidad Nacional de Rosario. No es el único libro con textos teóricos que escribió Zabala: en el 2000, la editorial Adriana Hidalgo publica El arte en cuestión. Conversaciones, del que es coautor junto a Luis Felipe Noé, en 2009, Vademecum para artistas (Observaciones sobre el arte contemporáneo) editado por Asunto Impreso. Su último libro fue Marcel Duchamp y los restos del readymade, editado por Editorial Infinito en 2012.
 
Horacio Zabala. Hipótesis para cuatro monocromos, un signo de equivalencia y paréntesis, 2013. Acrílico sobre tela, esmalte sobre madera. Medidas variables
 
Zabala participó en innumerables exposiciones colectivas: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 1972; Centro Cultural Recoleta; Württembergischer Kunstverein Stuttgart, 2009; Fundación Proa, Buenos Aires, 2011; Museum of Contemporary Art de Los Angeles, 2012; Museo de Arte Contemporáneo de San Diego, Estados Unidos, 2017, Museo Jumex, México, 2018 y Museo de Arte de Lima, Perú, 2018, entre otras.
Ha realizado numerosas muestras individuales, entre ellas, en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (1998), en el Fondo Nacional de las Artes (2002) y en MUNTREF (2013). En 2016 se presentó una muestra antólogica titulada La pureza está en la mezcla en la Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat, y luego en el Phoenix Art Museum. Recientemente se realizó la muestra individual Aquí mismo y ahora mismo en el Parque de la Memoria, Buenos Aires y participa actualemnte de la muestra De aquí a la modernidad. Colección MNBA 2018–2019 en el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago de Chile. En enero de 2018 le fue otorgado el Achievement Award del programa Grants & Commissions de CIFO - Cisneros Fontanals Art Foundation, Miami, cuya exhibición se realizó en el Centro Cultural Metropolitano de Quito.
Su obra forma parte de importantes colecciones, entre las que destacan las del Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires; Museo de Arte Moderno de Buenos Aires; Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires; Museo de Arte Contemporáneo, Río de Janeiro; Tate Modern, Londres; Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid; Dallas Museum of Art, Estados Unidos; Cisneros Fontanals Art Foundation, Miami; The University of Iowa Museum of Art, Estados Unidos.
Actualmente vive y trabaja en Buenos Aires.

Ambas muestras se pueden visitar de lunes a viernes de 11.30 a 19 hs. en Libertad 1630,  Buenos Aires, Argentina.
Más información en: www.henriquefaria-ba.com.