El Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires presenta la exposición "#Links. Colección Sívori", que se inaugura el sábado 7 de julio a las 12 hs. en la sede del Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori, Av. Infanta Isabel 555, frente al Rosedal.
Marcia Schwartz. El entorno, 2014, técnica mixta |
"#Links. Colección Sívori" propone una navegación analógica de imágenes y materialidades diversas en la que conviven más de 50 obras del patrimonio del Museo Sívori, material gráfico y autobiográfico de artistas, catálogos, recortes periodísticos, impresos originales del fondo documental y del archivo del museo, fotografías, revistas, acervo bibliográfico, afiches, películas y objetos cotidianos. La muestra estará acompañada de diversas actividades para público de todas las edades.
Organizada por integrantes del equipo curatorial del Sívori, seis obras de la colección realizadas por artistas contemporáneos arrojan posibles derivas y vínculos, linkeando con otras piezas patrimoniales producidas entre el siglo XIX y nuestros días.
Organizada por integrantes del equipo curatorial del Sívori, seis obras de la colección realizadas por artistas contemporáneos arrojan posibles derivas y vínculos, linkeando con otras piezas patrimoniales producidas entre el siglo XIX y nuestros días.
Miguel Ángel Bengochea. Escena del parque, 2000, óleo sobre tela
De este modo, la exposición se organiza en torno a seis nodos representados por las siguientes piezas: El entorno (2014), técnica mixta de Marcia Schvartz; Cabezas (1997), xilografía iluminada de Eduardo Iglesias Brickles; El Pibe Cabeza (1994), políptico, óleo s/tela de Jorge Pietra; Magnético azul (2008), chapa policromada de Carola Zech; El emigrante (1995), heliografía sobre valija de Graciela Sacco, y La certeza y la duda (2005), telar horizontal de Betsabé Cisneros.
"Al plantear esta idea se pone en juego la existencia de una performatividad de imágenes, objetos, y afecciones que actúan por, desde y entre las colecciones. Se escenifican saberes, compromisos, deseos y posiciones que se cuelan en el museo. Los pensamientos migran de un lugar a otro al recorrer los objetos que se presentan en las salas; las imágenes pierden y recuperan su historia material al lado de las obras, conviven con otras; unas se vuelven contingentes, inestables; otras crecen y se viralizan.
"Al plantear esta idea se pone en juego la existencia de una performatividad de imágenes, objetos, y afecciones que actúan por, desde y entre las colecciones. Se escenifican saberes, compromisos, deseos y posiciones que se cuelan en el museo. Los pensamientos migran de un lugar a otro al recorrer los objetos que se presentan en las salas; las imágenes pierden y recuperan su historia material al lado de las obras, conviven con otras; unas se vuelven contingentes, inestables; otras crecen y se viralizan.
Carmelo Arden Quin. Sin título, 2003, técnica mixta sobre madera |
Es frecuente que objetos e imágenes provenientes de una esfera material cotidiana se reúnan con aquellos documentos que sólo pertenecen y circulan en el ámbito privado del museo. Esta intrusiones fronterizas y materiales que median entre lo público y lo privado descolonializan e interpelan las imágenes canonizadas del museo y su colección, subjetivando lo que vemos y la manera en que lo vemos. Este ejercicio nos permite desencriptar las obras, descentrarlas de una única lectura y re-interpretarlas nuevamente. No se trata de olvidar su historia sino de actualizarlas en el presente.
Si la contemporaneidad se lee desde la contemporalidad informada por las redes, las comunidades virtuales y los hipervínculos rizomáticos, las colecciones patrimoniales que albergan nuestros museos podrían plantearse desde sus prácticas curatoriales en forma coral, transversal, sugiriendo al público un modo de criticalidad y discursividad polifónica. En otras palabras, coleccionar, como planteaba el filósofo Walter Benjamin, es de cierta forma imaginar constelaciones o ideas-pensamiento ancladas en la memoria, en la que cada espectador propone su propio camino y lectura proyectándolas hacia el porvenir.
Si la contemporaneidad se lee desde la contemporalidad informada por las redes, las comunidades virtuales y los hipervínculos rizomáticos, las colecciones patrimoniales que albergan nuestros museos podrían plantearse desde sus prácticas curatoriales en forma coral, transversal, sugiriendo al público un modo de criticalidad y discursividad polifónica. En otras palabras, coleccionar, como planteaba el filósofo Walter Benjamin, es de cierta forma imaginar constelaciones o ideas-pensamiento ancladas en la memoria, en la que cada espectador propone su propio camino y lectura proyectándolas hacia el porvenir.
Lucio Fontana. Hombre del Delta, 1943, bronce |
En ese recorrido de la exhibición Links. Colección Sívori surgen preguntas: ¿cómo se relaciona un/a artista con una colección?, ¿qué hace un curador/a cuando organiza las obras de una colección?, ¿qué hace que una imagen nos lleve a otra?, ¿qué observa un/a espectador/a cuando mira una obra en un presente mediado por redes?, ¿qué tipo de vínculos establecen unas con otras? Las posibilidades son múltiples, al igual que las conexiones que se establecen para organizar las respuestas. Desde diversos modelos epistémicos, uno de ellos, sustentado en una perspectiva canónica y disciplinar, nos indica que curar una exposición comprende y establece una organización, sea cronológica, temática o por escuelas, que jerarquiza modalidades técnicas posicionando la trayectoria de un/a artista o los desafíos planteados en sus contextos de producción, lugar y legitimación en el campo del arte.
Si, en cambio, hiciéramos el ejercicio de otorgar visualidad a la misma colección desde una curaduría pedagógica, el objetivo seguramente destacaría y contemplaría otros objetos de análisis para presentar al espectador que visita el museo. Actividades participativas, programas alternativos de enseñanza para la inclusión del arte o materiales didácticos y tecnologías audiovisuales aplicadas en poblaciones escolares de diversas edades diseñadas específicamente para las propias comunidades de pertenencia serían, sin duda –junto con los/as artistas–, los protagonistas de la exposición.
Si, en cambio, hiciéramos el ejercicio de otorgar visualidad a la misma colección desde una curaduría pedagógica, el objetivo seguramente destacaría y contemplaría otros objetos de análisis para presentar al espectador que visita el museo. Actividades participativas, programas alternativos de enseñanza para la inclusión del arte o materiales didácticos y tecnologías audiovisuales aplicadas en poblaciones escolares de diversas edades diseñadas específicamente para las propias comunidades de pertenencia serían, sin duda –junto con los/as artistas–, los protagonistas de la exposición.
Emilio Renart. Autorretrato, 1980, acrílico sobre papel |
Exhibir en los museos y gestionar sus colecciones es una tarea que responde a las culturas de lo curatorial y, en cuanto tales, el abordaje es de tipo antropológico, pues responde a una diversidad de experiencias que conforman al arte argentino y las formas rituales que lo anteceden. Es por ello que nuestra tarea en el Museo Sívori consiste en descifrar esos modos de expresión junto a la comunidad, interpretarlos, exhibirlos y linkearlos con y para otra/os." Teresa Riccardi, directora del Museo Eduardo Sívori.