El escultor que trajo la Cordillera de Los Andes al barrio de San Telmo

Marturano es un experimentado montañista, que suele pasar tres o cuatro semanas solo en la cordillera y establece una relación muy honda con el paisaje. Desde hace 20 años viene escalando montañas y deja como ofrenda una pesada escultura de piedra, que él mismo sube dentro de una mochila. Esa costumbre de dejar ofrenda la adquirió en Japón, donde veneran a las montañas desde hace siglos y es muy común ver esas ofrendas en piedras.
La muestra, curada por María José Herrera, está integrada por obras relacionadas con la cordillera de Los Andes, que vinculan escultura, piedra y montañismo, proyecto que comenzó durante su doctorado en arte en Japón. Se exhibirán tallas en mármol y granito, y una instalación diseñada especialmente para esta exposición.
A propósito de esos trabajos, cuenta Marturano: “Escalo montañas. A su vez, las retrato en escultura. Y si bien cada montaña es distinta, todas me remiten a la idea de una misma montaña imaginaria. Esta concepción de 'La Montaña' se relaciona con una rica variedad de mitos y leyendas, tales como los de la montaña mágica o sagrada, en donde se simboliza aquello que actúa como puente entre el cielo y la tierra. Es una metáfora que nos indica que el camino que une lo visible y lo invisible pasa inevitablemente por nuestro mundo tangible”.

Y continúa la curadora: “Como maquetas, o mejor dicho, como modelos reducidos, las montañas de Marturano son escenas, paisajes por derecho propio. Todo paisaje es una construcción cultural, resultado de una forma de concebir la naturaleza determinada por los códigos conceptuales y estéticos de cada época. Contemplar la naturaleza la convierte en paisaje. Buscar los pliegues, doblegar los planos, permite tallar la montaña que cada partícula de granito o mármol lleva dentro. En un doble homenaje a la montaña y al escultor, Marturano dispone en el medio de la sala una instalación: 'Otro cielo, un mismo sol', que evoca la incontable materia que contiene una montaña. No son piedras incultas, son fragmentos con cortes, marcas o golpes, mínima expresión de la presencia de una mano humana, de una escultura. Gravitan, penden, se mecen, apenas agitadas por nuestra propia presencia frente a ellas. Como si respondieran a la mirada, nos señalan: “cada uno asciende su propia montaña”.

Participó en NY Art Book Fair 2014 (MoMA PS1, Nueva York), Premio Itaú de Artes Visuales 2014 (Centro Cultural Recoleta), Graduation Works (Kanazawa 21st Century Museum, Japón), Tres visiones latinoamericanas (Museo del Marmo di Carrara, Italia), Simposio Internacional de Escultura en Piedra de Wunsiedel (Alemania), Symposium International de Sculpture sur Pierre de Menet (Francia), entre otros.
La muestra se puede visitar de lunes a viernes de 11 a 18 hs., sábados de 12 a 18 hs y domingos de 12 a 17 hs. en galería Calvaresi, ubicada en Defensa 1136, del barrio de San Telmo, con entrada libre y gratuita.