8 de noviembre de 2017

Malba se renovó para mejorar la experiencia de los visitantes


A 16 años de su fundación -en septiembre de 2001- Malba encaró un ambicioso proyecto de reforma de la planta baja de su edificio, para mejorar el acceso, la circulación, la comunicación y la calidad de los servicios ofrecidos a los visitantes. La obra surgió como respuesta al rápido crecimiento y posicionamiento de Malba en la escena artística y cultural de la Ciudad y a la necesidad de ampliar su hall central, debido al incremento de las audiencias, que eligen el museo como un punto de encuentro y centro de participación. 


La remodelación estuvo a cargo del estudio Herreros, quien creó un proyecto con el fin de mejorar el acceso, la circulación, la comunicación y la calidad de los servicios ofrecidos a los visitantes. Con base en Madrid, el estudio Herreros realizó importantes proyectos en el mundo del arte -como el Museo Edward Munch en Oslo y la remodelación de las áreas expositivas del Museo Reina Sofía en Madrid- y eligió a Neolith, la superficie compacta sinterizada de piedra natural, para formar parte de su obra debido a sus características distintivas y ventajas.
La reforma alcanza las áreas de acceso, recepción, informes, amigos, biblioteca, tienda, restaurante y baños. Neolith se colocó sobre superficies existentes, lo que permitió realizar la obra sin demolición, acortando los tiempos de trabajo y reduciendo el polvo en la obra, algo muy relevante para cuidar las obras de arte del museo. Este enfoque de proyecto permitió colocar 1000 m2 de material cerrando el museo por sólo tres semanas. Neolith se utilizó combinando modelos de medida fija y cortes a medida, lo cual permitió en balance perfecto entre una estética sofisticada y una velocidad de avance ambiciosa.

“El proyecto se propone transformar el hall del museo en una suerte de plaza pública interior: un espacio que al tiempo que resuelve las nuevas necesidades derivadas del crecimiento del museo en los últimos años, ofrece un lugar amigable e inclusivo, capaz de inscribirse en la vida cotidiana de los visitantes por su simplicidad. Este lugar, que es dinámico pero que también invita al descanso, actúa como transición amable entre la ciudad y las salas expositivas, entre el público y el arte, visibilizando la misión del museo contemporáneo como lugar de reflexión sobre el mundo que habitamos”, explica Juan Herreros, socio fundador del estudio, quien define al proyecto como una gran instalación construida totalmente en seco que no pretende competir ni afectar al edificio original del Malba –resultado de un concurso público internacional, que ganó el estudio cordobés AFT (Atelman, Fourcade y Tapia), sino estimular el interés de los visitantes por el arte contemporáneo a través de la reducción de la solemnidad y las complejidades.
 

Con el objetivo principal de mejorar la experiencia de los visitantes, se propuso ampliar el área de acceso y recepción en un gran espacio central, que permite a simple vista localizar las diferentes propuestas y servicios. La operación principal, que implica la transformación de unos 1000m2, contempla la igualación de los pisos en una superficie común y el desplazamiento de la isla de informes y cajas hacia uno de los laterales del edificio, con la incorporación de un sistema de pantallas como soporte de comunicación, digital y dinámico.
 

La tienda, a su vez, pasa a ocupar un espacio central sobre las escaleras principales; mientras que los baños son remodelados para adaptarse a las necesidades de un museo contemporáneo. El restaurante, además de su remodelación total e integración al hall del museo, tendrá además un nuevo concesionario: Ninina, que contará con una superficie total de 330 m² más una terraza con deck con capacidad para 58 cubiertos. Estará abierto de lunes a viernes de 08 a 22 hs. y los sábados y domingos de 09 a 22 hs., ampliando el rango horario para acompañar a las diferentes actividades del museo como las funciones de cine, cursos y conferencias, entre otros. (+ info de Ninina: http://www.malba.org.ar/ninina/).
El museo reabrió el jueves 2 de noviembre con la inauguración de la muestra “México moderno. Vanguardia y revolución.”, compuesta por un conjunto de 170 piezas emblemáticas de más de 60 artistas, incluyendo a los más grandes maestros de la primera mitad del siglo XX: Frida Kahlo, Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Leonora Carrington, entre otros.