El escultor argentino regresó del Chianti Star Festival en Florencia, Italia.
Su obra,
abstracto-geométrica, es tan versátil como para exponerse en los
festivales europeos y participar a la vez del urbanismo local, en Tigre.
La obra de Hernán
Guiraud es, literalmente, monumental: piezas confeccionadas en chapa de
hierro con la participación de herreros, que se realizan en talleres de
gran tamaño, y que alcanzan los cinco metros de alto con facilidad,
superando los 150 kilos.
Guiraud utiliza la
geometría proyectiva como lenguaje para crear, resaltando especialmente
el espacio interno que se genera producto del encuentro y desencuentro
entre los diversos planos. Con la proyección del punto de fuga, donde
los planos y rectas se encuentran en el espacio, dan lugar a otra figura
holográfica. Creando así un nuevo espacio simbólico generando así una
nueva armonía.
Las esculturas se
mueven con un ritmo propio: con la repetición de dos figuras geométricas
va generando su mensaje. Es esa misma repetición la que le da ritmo,
movimiento y estructura a su obra. Creando cada plano, como un sonido,
genera diferentes intervalos en cada compás y así resuena una armonía
central que abarca la totalidad de la obra. Su armonía, su carácter
único, su individualidad.
Las obras son
concebidas como planos que cortan el espacio, produciendo distinto tipo
de sombras de acuerdo a la luz. En el blanco aparecen grises y negros,
en el negro aparecen grises y blancos, generando un juego único de
movimiento que no se produciría de intervenir el color.
Hernán Guiraud se formó junto a un escultor de renombre: el artista brasileño Sergio Camargo, su tío, con quien trabajó en los años setenta, en París. Después, la obra de Guiraud evolucionó con su propia identidad y fue creciendo, en el sentido metafórico y literal: sus esculturas se realizan a gran escala, en chapa de hierro, con piezas que alcanzan entre dos y cinco metros, superando los 150 kg de peso con facilidad.
Varias veces premiado y seleccionado en salones internacionales y locales (como la Biennale de Chianciano en Italia, el Salón Nacional de Artes Visuales del Palais de Glace o la Primera Bienal de Escultura de Valladolid, España),el reconocimiento más cercano llegó de la mano del partido de Tigre, con la reciente inauguración de su obra Torre 1 en la nueva rotonda de Ruta 27 y Av. Italia, en Benavidez, muy cerca de su propia casa.
Hoy, Guiraud se prepara rumbo a la participación en el Chianti Festival de Florencia, Italia con su obra "Rayo Invertido".
Varias veces premiado y seleccionado en salones internacionales y locales (como la Biennale de Chianciano en Italia, el Salón Nacional de Artes Visuales del Palais de Glace o la Primera Bienal de Escultura de Valladolid, España),el reconocimiento más cercano llegó de la mano del partido de Tigre, con la reciente inauguración de su obra Torre 1 en la nueva rotonda de Ruta 27 y Av. Italia, en Benavidez, muy cerca de su propia casa.
Hoy, Guiraud se prepara rumbo a la participación en el Chianti Festival de Florencia, Italia con su obra "Rayo Invertido".