La Fundación Esteban Lisa presenta la muestra de pintura, dibujo e intervención "Bosque en el Acuario", de Juliana Ceci, María Lightowler y Maximiliano Ocampo Salinas con la curaduría deLucas Marín.
Inaugura el miércoles 21 de julio a las 19.30 hs.
Se puede visitar hasta el 27 de agosto en Rocamora 4555, C.A.B.A, de lunes a viernes 16 a 20 hs.
"Enredaderas, lianas, plantas acuáticas. Mundos vegetales surgen de las obras de estos artistas, pequeños bosques salvajes que irrumpen con la dinámica de lo orgánico. Parecería que las composiciones se formaran del mismo modo que lo hace el crecimiento vegetal: nacen desde un brote o una raíz y se ramifican según la luz, el agua y el propio impulso caprichoso.
El bosque es el lugar opuesto de lo civilizado, zona oscura, sensual e incierta. Por el contrario, un acuario, una pecera son un microcosmos, un hábitat artificial que recrea una versión de la naturaleza de manera íntima. En esta muestra se intuye esta dialéctica: natural/artificial, ilimitado/íntimo, salvaje/delicado; una selva informe bajo el agua de la mirada subjetiva.
Juliana realiza una intervención en el muro con carbonilla. Crea una enramada, como un sistema circulatorio; construye un hábitat para el deseo. Se percibe en esa trama al tiempo; imaginamos la mano de la artista en el hacer o más bien llegamos a creer en un dibujo que ha crecido a su antojo como una maleza.
María nos devela otro modo de la gravedad en sus plantas acuáticas; todo flota, el diseño y el color son cristalinos. Sus formas se nutren del agua y del aire. Las pinturas están trabajadas con acrílico, tinta, pasteles sobre tela o papel con colores planos y ornamentos sutiles que remiten a hojas, algas y burbujas. La figuración parecería, no obstante, una resultante accidental.
El acuario pasa a ser un relicario, los follajes y la espesura se han podido distinguir allí dentro, cada trazo se transforma en una joya voluptuosa y a su vez en una pieza de delicado diseño. La luz parece provenir de cada ser y arbusto, como sucede con ciertas medusas y seres unicelulares con su bioluminiscencia. El bosque ya no es tan oscuro." Lucas Marín Mapa líquido - nómade
Inaugura el miércoles 21 de julio a las 19.30 hs.
Se puede visitar hasta el 27 de agosto en Rocamora 4555, C.A.B.A, de lunes a viernes 16 a 20 hs.
"Enredaderas, lianas, plantas acuáticas. Mundos vegetales surgen de las obras de estos artistas, pequeños bosques salvajes que irrumpen con la dinámica de lo orgánico. Parecería que las composiciones se formaran del mismo modo que lo hace el crecimiento vegetal: nacen desde un brote o una raíz y se ramifican según la luz, el agua y el propio impulso caprichoso.
El bosque es el lugar opuesto de lo civilizado, zona oscura, sensual e incierta. Por el contrario, un acuario, una pecera son un microcosmos, un hábitat artificial que recrea una versión de la naturaleza de manera íntima. En esta muestra se intuye esta dialéctica: natural/artificial, ilimitado/íntimo, salvaje/delicado; una selva informe bajo el agua de la mirada subjetiva.
Juliana realiza una intervención en el muro con carbonilla. Crea una enramada, como un sistema circulatorio; construye un hábitat para el deseo. Se percibe en esa trama al tiempo; imaginamos la mano de la artista en el hacer o más bien llegamos a creer en un dibujo que ha crecido a su antojo como una maleza.
María nos devela otro modo de la gravedad en sus plantas acuáticas; todo flota, el diseño y el color son cristalinos. Sus formas se nutren del agua y del aire. Las pinturas están trabajadas con acrílico, tinta, pasteles sobre tela o papel con colores planos y ornamentos sutiles que remiten a hojas, algas y burbujas. La figuración parecería, no obstante, una resultante accidental.
Imagen eliminada a pedido del autor Maximiliano Ocampo Salinas
La obra de Maximiliano nos impacta por su tratamiento. Los materiales sintéticos que emplea aumentan el carácter de artificio de sus corales y formaciones vegetales. La paleta y la factura son una mezcla de bricolage con un refinado esteticismo de una extraña sensualidad. Los colores por momentos nacarados son la primera carnada para luego incluir al tacto y disfrutar de las texturas.El acuario pasa a ser un relicario, los follajes y la espesura se han podido distinguir allí dentro, cada trazo se transforma en una joya voluptuosa y a su vez en una pieza de delicado diseño. La luz parece provenir de cada ser y arbusto, como sucede con ciertas medusas y seres unicelulares con su bioluminiscencia. El bosque ya no es tan oscuro." Lucas Marín Mapa líquido - nómade