Eduardo Rodríguez está exponiendo sus obras en la sala C del Centro Cultural Recoleta, con la curaduría de Cristina Rossi, desde el ueves 13 de mayo al domingo 13 de junio.
"Materia – Tiempo – Movimiento" es una exposición que presenta cinco series de la producción cinética y escultórica que Rodríguez comenzó a desarrollar desde los años sesenta, especialmente en el ámbito del Instituto Torcuato Di Tella.
La serie de cajas luminodinámicas se inició hacia 1968 y en ella las formas de acrílico van generando nuevas conformaciones con el movimiento permanente, admitiendo variaciones en su colorido a partir de la iluminación y la transparencia del material.
ciones en su colorido a partir de la iluminación y la transparencia del material. En 1970 ganó el Gran Premio de Honor del I Certamen de Investigaciones Visuales con una caja de gran porte y, a través del tiempo, desarrolló una larga serie con diferentes variantes. Las proyecciones lumínicas –que también corresponden a la década del sesenta– representan otra posibilidad de movimiento, producido en este caso sólo a partir del juego de formas originadas en el sistema de proyección.
Rodríguez también exploró las posibilidades de los materiales sintéticos, especialmente el acrílico cristal con el cual realizó esculturas termo-moldeadas, prismas tallados –cuyo facetado refleja las variaciones de la luz– y, finalmente, formas torneadas que fueron complejizando su composición al incorporar el color en la materia. Seducido por la continuidad hacia el infinito de las cintas de Moebius, también experimentó con estas formas en esculturas de metal.
En la serie de tramas lumínicas las formas cóncavas están talladas sobre las planchas de acrílico traslúcido y colocadas sobre bastidores blancos. Esos bajo-relieves generan tramas que captan cualquier destello o reflejo que se produzca y dibujan siluetas con luz sobre la tela blanca del soporte. Esta última serie constituye una original creación de su período maduro y conjuga el conocimiento del material, el dominio de la técnica y la poesía expresada a partir de los mínimos recursos.
Eduardo Rodríguez se formó en la Escuela de Artes Visuales Manuel Belgrano en la Escuela de Artes Visuales Prilidiano Pueyrredón, graduándose en 1964. En 1968 recibió una beca de perfeccionamiento, que le permitió viajar a París para intercambiar experiencias con los grupos cinéticos. Desarrolló su obra dentro de esa tendencia y realizó presentaciones y conferencias sobre cinetismo en los Museos de Arte Moderno de Asunción, Río de Janeiro y Punta del Este. Sus obras están representadas en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Museo de Arte Contemporáneo del Perú, Museo de Telecomunicaciones de Buenos Aires, Centro Atómico Constituyentes y las principales colecciones privadas argentinas.
"Materia – Tiempo – Movimiento" es una exposición que presenta cinco series de la producción cinética y escultórica que Rodríguez comenzó a desarrollar desde los años sesenta, especialmente en el ámbito del Instituto Torcuato Di Tella.
La serie de cajas luminodinámicas se inició hacia 1968 y en ella las formas de acrílico van generando nuevas conformaciones con el movimiento permanente, admitiendo variaciones en su colorido a partir de la iluminación y la transparencia del material.
ciones en su colorido a partir de la iluminación y la transparencia del material. En 1970 ganó el Gran Premio de Honor del I Certamen de Investigaciones Visuales con una caja de gran porte y, a través del tiempo, desarrolló una larga serie con diferentes variantes. Las proyecciones lumínicas –que también corresponden a la década del sesenta– representan otra posibilidad de movimiento, producido en este caso sólo a partir del juego de formas originadas en el sistema de proyección.
Rodríguez también exploró las posibilidades de los materiales sintéticos, especialmente el acrílico cristal con el cual realizó esculturas termo-moldeadas, prismas tallados –cuyo facetado refleja las variaciones de la luz– y, finalmente, formas torneadas que fueron complejizando su composición al incorporar el color en la materia. Seducido por la continuidad hacia el infinito de las cintas de Moebius, también experimentó con estas formas en esculturas de metal.
En la serie de tramas lumínicas las formas cóncavas están talladas sobre las planchas de acrílico traslúcido y colocadas sobre bastidores blancos. Esos bajo-relieves generan tramas que captan cualquier destello o reflejo que se produzca y dibujan siluetas con luz sobre la tela blanca del soporte. Esta última serie constituye una original creación de su período maduro y conjuga el conocimiento del material, el dominio de la técnica y la poesía expresada a partir de los mínimos recursos.
Eduardo Rodríguez se formó en la Escuela de Artes Visuales Manuel Belgrano en la Escuela de Artes Visuales Prilidiano Pueyrredón, graduándose en 1964. En 1968 recibió una beca de perfeccionamiento, que le permitió viajar a París para intercambiar experiencias con los grupos cinéticos. Desarrolló su obra dentro de esa tendencia y realizó presentaciones y conferencias sobre cinetismo en los Museos de Arte Moderno de Asunción, Río de Janeiro y Punta del Este. Sus obras están representadas en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Museo de Arte Contemporáneo del Perú, Museo de Telecomunicaciones de Buenos Aires, Centro Atómico Constituyentes y las principales colecciones privadas argentinas.