El Centro Cultural Recoleta invita a las inauguraciones de las muestras que tendrán lugar el día martes 10 de diciembre a las 18 hs.
Los Premios Adquisición “Alberto J. Trabucco” (salas 4, 5 y 6), son otorgados año a año por la Fundación “Alberto J. Trabucco” a través de la Academia Nacional de Bellas Artes. Dos de ellos, alternan en forma bienal las disciplinas de Dibujo y Grabado. El otro, premia dos años consecutivos a la pintura y, al tercer año la escultura.
Este Premio, de carácter consagratorio, implementado en 1997, sucede al Premio Palanza otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes desde 1946. Este año los Premios corresponden a Escultura y Dibujo.
Los artistas invitados a participar de la edición 2013 son:
Escultura: Claudio Gómez, Edgardo Madanes, Fabio Miniotti, Marie Orensanz, Marina Papadopoulos, Eduardo Rodriguez, Cristina Tomsig, Chalo Tulian y Carola Zech.
Dibujo: Marcelo Boullosa, Jorge Garnica, Silvia Gurfein, Ladislao Magyar, Jose Marchi, Elena Nieves, Emilio Reato, Nahuel Vecino, Inés Vega y Juan Andrés Videla.
Se realizará un homenaje a Danilo Danziger (invitado al Premio, fallecido en julio de 2013).
Este Premio, de carácter consagratorio, implementado en 1997, sucede al Premio Palanza otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes desde 1946. Este año los Premios corresponden a Escultura y Dibujo.
Los artistas invitados a participar de la edición 2013 son:
Escultura: Claudio Gómez, Edgardo Madanes, Fabio Miniotti, Marie Orensanz, Marina Papadopoulos, Eduardo Rodriguez, Cristina Tomsig, Chalo Tulian y Carola Zech.
Dibujo: Marcelo Boullosa, Jorge Garnica, Silvia Gurfein, Ladislao Magyar, Jose Marchi, Elena Nieves, Emilio Reato, Nahuel Vecino, Inés Vega y Juan Andrés Videla.
Se realizará un homenaje a Danilo Danziger (invitado al Premio, fallecido en julio de 2013).
“Calentamiento Global” de Ernesto Bertani (sala 9)
Desde hace unos años el artista trabaja sobre el concepto de poder, la corrupción y el dinero. En este caso el artista presenta una escultura de gran tamaño donde toma el signo pesos ($) y lo reproduce en numerosos módulos unitarios realizados en resina poliéster y coloreados con pigmentos transparentes para asociarlos visualmente con los clásicos pirulines, chupetines y caramelos. Estas golosinas, que atraen hipnóticamente a los niños, fueron incorporadas generación tras generación como íconos de nuestra cultura. Similar atracción sienten los adultos por el dinero.
“Horizontes Develados” de Carlos Segovia – Jerónimo Veroa (sala 10)
Transmiten la pasión por el lugar donde nacieron, la costa marítima que los modela y el mar donde nace la vida a cada instante. El constante movimiento del mar está en sus obras con la abrumadora y magnética presencia del cambio permanente.
Sin embargo sus visiones son distintas, revelándonos cada uno una versión que pareciera ser el reverso de la otra.
Dos huellas en el breve tiempo entre una y otra ola, dos improntas que marcan caminos paralelos que aunque sea en ese instante comparten una ruta que luego se bifurcará en otras huellas que nos llevarán a otras dimensiones, otros mundos, tal vez alejados del mar, pero que, intuyo, conservarán el rumor de la ola y el viento salobre del origen. Ese camino que hace poco iniciaron y que nos invitan a compartir sus futuras aventuras, sus universos por descubrir.
“El ciervo” de Cristian López Rey (sala 11)
Nos presenta una serie de escenas en las que el ciervo casi siempre está presente. Interactuando con los otros personajes, éste representa la posibilidad de la transformación. Testimonia sobre la ambigüedad de la imagen, eso que aparentemente vemos en un cuadro no siempre es lo que está en la superficie. Al fijar nuestra mirada en la tela sólo podemos hacer una interpretación de lo que allí se conforma.
El artista utiliza la pintura como materia que cubre el piso de la sala y por otro lado genera con ella las imágenes pictóricas. Boicotea de esta manera, la distancia que nos preserva de la imagen. La oscura brea que se expande en el suelo deja ver algunos elementos mientras que otros como el ciervo, luchan por no hundirse. La ciénaga invade el espacio, los objetos y a nosotros mismos. Nos entregamos sin oponer resistencia; la fascinación de las imágenes nos atrae mansamente hacia el pantano donde habita la oscuridad. Allí la mirada no será posible; es probable que nuestros perros nos desconozcan o nos confundan con un ciervo y al ser devorados, nuestra propia imagen quede excluida de la gran escena que nos propone López Rey.
Todas estas muestras finalizan el 16 de febrero y se pueden visitar de lunes a viernes de 13 a 20 hs. y sábados, domingos y feriados de 11 a 20 hs. con entrada libre y gratuita en Junín 1930, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Desde hace unos años el artista trabaja sobre el concepto de poder, la corrupción y el dinero. En este caso el artista presenta una escultura de gran tamaño donde toma el signo pesos ($) y lo reproduce en numerosos módulos unitarios realizados en resina poliéster y coloreados con pigmentos transparentes para asociarlos visualmente con los clásicos pirulines, chupetines y caramelos. Estas golosinas, que atraen hipnóticamente a los niños, fueron incorporadas generación tras generación como íconos de nuestra cultura. Similar atracción sienten los adultos por el dinero.
“Horizontes Develados” de Carlos Segovia – Jerónimo Veroa (sala 10)
Transmiten la pasión por el lugar donde nacieron, la costa marítima que los modela y el mar donde nace la vida a cada instante. El constante movimiento del mar está en sus obras con la abrumadora y magnética presencia del cambio permanente.
Sin embargo sus visiones son distintas, revelándonos cada uno una versión que pareciera ser el reverso de la otra.
Dos huellas en el breve tiempo entre una y otra ola, dos improntas que marcan caminos paralelos que aunque sea en ese instante comparten una ruta que luego se bifurcará en otras huellas que nos llevarán a otras dimensiones, otros mundos, tal vez alejados del mar, pero que, intuyo, conservarán el rumor de la ola y el viento salobre del origen. Ese camino que hace poco iniciaron y que nos invitan a compartir sus futuras aventuras, sus universos por descubrir.
“El ciervo” de Cristian López Rey (sala 11)
Nos presenta una serie de escenas en las que el ciervo casi siempre está presente. Interactuando con los otros personajes, éste representa la posibilidad de la transformación. Testimonia sobre la ambigüedad de la imagen, eso que aparentemente vemos en un cuadro no siempre es lo que está en la superficie. Al fijar nuestra mirada en la tela sólo podemos hacer una interpretación de lo que allí se conforma.
El artista utiliza la pintura como materia que cubre el piso de la sala y por otro lado genera con ella las imágenes pictóricas. Boicotea de esta manera, la distancia que nos preserva de la imagen. La oscura brea que se expande en el suelo deja ver algunos elementos mientras que otros como el ciervo, luchan por no hundirse. La ciénaga invade el espacio, los objetos y a nosotros mismos. Nos entregamos sin oponer resistencia; la fascinación de las imágenes nos atrae mansamente hacia el pantano donde habita la oscuridad. Allí la mirada no será posible; es probable que nuestros perros nos desconozcan o nos confundan con un ciervo y al ser devorados, nuestra propia imagen quede excluida de la gran escena que nos propone López Rey.
Todas estas muestras finalizan el 16 de febrero y se pueden visitar de lunes a viernes de 13 a 20 hs. y sábados, domingos y feriados de 11 a 20 hs. con entrada libre y gratuita en Junín 1930, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.