Se realizó la presentación de los avances de las obras de restauración y puesta en valor para la reapertura de la Casa Museo Fernández Blanco en el barrio de Monserrat.
Este proyecto pertenece en forma conjunta a las Direcciones Generales de Museos, Casco Histórico e Infraestructura de la Subsecretaría de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Este edificio, ubicado en la antigua calle Victoria, hoy Yrigoyen, funcionó originalmente como residencia familiar respondiendo a la tipología de casa de una planta con patios. Hacia 1901, Fernández Blanco decidió remodelar esta antigua casona a la manera de los palacetes afrancesados de la Avenida de Mayo, ya que el epicentro de la vida social se desarrollaba a pocos metros de su domicilio. Contrató a uno de los mejores arquitectos del momento, Alejandro Christophersen, para ampliar y redecorar su casa, combinando la tradición con toques de modernismo.
En la década de 1910 paulatinamente se fue transformando en museo. Allí se exhibían la totalidad de las 7.000 piezas que conformaban su colección: numismática, medallística, platería, mobiliario, instrumentos musicales, pinturas, etc.
En 1922, la cedió a la Ciudad de Buenos Aires. Con los años y la suma de nuevas colecciones, el museo Fernández Blanco fue ajustando su perfil hacia la historia del arte hispanoamericano y requirió de un espacio más adecuado. Desde 1947, el Palacio Noel se convirtió en la sede definitiva del museo.
La casa original de Fernández Blanco tuvo diversos destinos como edificio administrativo de la comuna hasta que, en 1999, paso a depender del Ministerio de Cultura.
A partir de 2002, la Dirección General Casco Histórico viene realizando los trabajos de restauración que abarcan vitrales, yesería, artefactos originales de iluminación, pintura mural, boisserie, pisos de marquetería, azulejos y cerámicas originales.
La Casa Fernández Blanco se constituirá como una subsede dedicada a los siglos XIX y XX, con el propósito principal de alojar la mitad de la colección, y reproducir el esquema de presentación y concepto del museo madre.
Esta división incrementará los espacios de exhibición y almacenamiento de las colecciones y duplicará el criterio de apoyo musical y teatral concebido para la sede actual. El incremento y mejora de los fondos fotográficos habilita la Casa Fernández Blanco como un espacio de difusión privilegiado para una de las artes más movilizadoras de los siglos XIX y XX, la fotografía.
"Tenemos que brindar por los logros, recuperamos un edificio de enorme valor patrimonial, recuperamos la magia de la casa y el espíritu de Fernández Blanco", dijo Silvia Fajre, Ministra de Cultura porteña .
Este proyecto pertenece en forma conjunta a las Direcciones Generales de Museos, Casco Histórico e Infraestructura de la Subsecretaría de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Este edificio, ubicado en la antigua calle Victoria, hoy Yrigoyen, funcionó originalmente como residencia familiar respondiendo a la tipología de casa de una planta con patios. Hacia 1901, Fernández Blanco decidió remodelar esta antigua casona a la manera de los palacetes afrancesados de la Avenida de Mayo, ya que el epicentro de la vida social se desarrollaba a pocos metros de su domicilio. Contrató a uno de los mejores arquitectos del momento, Alejandro Christophersen, para ampliar y redecorar su casa, combinando la tradición con toques de modernismo.
En la década de 1910 paulatinamente se fue transformando en museo. Allí se exhibían la totalidad de las 7.000 piezas que conformaban su colección: numismática, medallística, platería, mobiliario, instrumentos musicales, pinturas, etc.
En 1922, la cedió a la Ciudad de Buenos Aires. Con los años y la suma de nuevas colecciones, el museo Fernández Blanco fue ajustando su perfil hacia la historia del arte hispanoamericano y requirió de un espacio más adecuado. Desde 1947, el Palacio Noel se convirtió en la sede definitiva del museo.
La casa original de Fernández Blanco tuvo diversos destinos como edificio administrativo de la comuna hasta que, en 1999, paso a depender del Ministerio de Cultura.
A partir de 2002, la Dirección General Casco Histórico viene realizando los trabajos de restauración que abarcan vitrales, yesería, artefactos originales de iluminación, pintura mural, boisserie, pisos de marquetería, azulejos y cerámicas originales.
La Casa Fernández Blanco se constituirá como una subsede dedicada a los siglos XIX y XX, con el propósito principal de alojar la mitad de la colección, y reproducir el esquema de presentación y concepto del museo madre.
Esta división incrementará los espacios de exhibición y almacenamiento de las colecciones y duplicará el criterio de apoyo musical y teatral concebido para la sede actual. El incremento y mejora de los fondos fotográficos habilita la Casa Fernández Blanco como un espacio de difusión privilegiado para una de las artes más movilizadoras de los siglos XIX y XX, la fotografía.
"Tenemos que brindar por los logros, recuperamos un edificio de enorme valor patrimonial, recuperamos la magia de la casa y el espíritu de Fernández Blanco", dijo Silvia Fajre, Ministra de Cultura porteña .