En la Avenida Santa Fe, detrás de la coraza tecnológica que envuelve al edificio de TOPPER, asoma un estilizado y artístico corazón palpitante. Se trata de una escultura neumática en movimiento que se dilata y se contrae, que emana una luz intermitente y sicrónica con los latidos, proyectada hacia el exterior a través del volumen del corazón.
Un enorme corazón que palpita incesantemente y deja escuchar el sonido de sus latidos le confiere vida y movimiento a este nuevo y singular local de indumentaria deportiva ubicado en Av. Santa Fe 1570.
Topper es la clásica marca nacional de calzado en indumentaria deportiva. Fue fundada en 1975.
El interior del local está atravesado por un sistema de tubos y líneas luminosas que semejan un sistema nervioso, completan la instalación lumínica una serie de maniquíes realizados por el artista plástico argentino Pablo Berra.
Un enorme corazón que palpita incesantemente y deja escuchar el sonido de sus latidos le confiere vida y movimiento a este nuevo y singular local de indumentaria deportiva ubicado en Av. Santa Fe 1570.
Topper es la clásica marca nacional de calzado en indumentaria deportiva. Fue fundada en 1975.
El interior del local está atravesado por un sistema de tubos y líneas luminosas que semejan un sistema nervioso, completan la instalación lumínica una serie de maniquíes realizados por el artista plástico argentino Pablo Berra.
Guillermo Vilas en la inauguración del nuevo local
Guillermo Vilas y Mirta Herrero, directora de arte de Pandorama
Ezequiel BagnardiFOTOS: OSVALDO BETTACHINI
