El jueves 5 de setiembre a las 18.30 hs. el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires inaugura la exposición "Andrés Aizicovich. Contacto", en su ampliado y renovado edificio de Avenida San Juan 350, que se podrá visitar hasta el domingo 12 de enero de 2020 inclusive.
Contacto es la primera exposición individual del joven artista argentino Andrés Aizicovich (Buenos Aires, 1985) en un museo. Con la curaduría de Laura Hakel, curadora del museo, el artista presentará en la sala de proyectos especiales una instalación producida especialmente para esta exposición, que propone un objetivo singular: establecer contacto con la vida extraterrestre, los antepasados e incluso con dimensiones desconocidas de nuestra conciencia, en las cuales podamos encontrar nuevas formas de convivir en comunidad. La instalación pondrá en juego la experiencia sensible de los visitantes y el estímulo dedistintos sentidos del cuerpo.
Andrés Aizicovich es un artista inventor. Evoca la figura del idealista que crea tecnologías que modifican las condiciones materiales y poéticas del mundo.
Con el ingenio y el espíritu visionario propio de las utopías, sus objetos e instalaciones buscan reinventar las dinámicas comunicacionales y proponer nuevos caminos para el encuentro.
Con el ingenio y el espíritu visionario propio de las utopías, sus objetos e instalaciones buscan reinventar las dinámicas comunicacionales y proponer nuevos caminos para el encuentro.
En sus proyectos confluyen imaginarios que van desde la astronomía y la física cuántica hasta el misticismo y la ciencia ficción. Se interesa por las ideas que empujan los límites de la imaginación en la búsqueda de nuevas formas de convivir, mientras aborda temáticas como la comunicación, la traducción y la trasmisión de conocimientos. Sus obras, fantásticas y con cierto aspecto surrealista, van desde objetos escultóricos, instalaciones y performances. Usualmente pueden ser activadas por los visitantes con un funcionamiento simple y mecánico.
En Contacto, se presentará una serie de objetos y esculturas sonoras a través de las cuales los visitantes pueden comunicarse entre sí a través de diferentes sentidos y enviar mensajes al cosmos.
La escultura sonora, semejante a la fusión entre un órgano de vidrio y una antena satelital, se activa al tocar teclas de cristal con los dedos. Este principio se inspira en el Cristal Baschet, un instrumento peculiar creado en Francia en 1952 por François y Bernard Baschet y desarrollado como una herramienta pedagógica para desarticular el monopolio del oído en la enseñanza académica musical. A partir del tacto, la obra de Aizicovich inicia un ritual decomunicación: como en la era digital, en las prácticas de espiritismo y en la música, el acto de tocar una superficie es el gesto por excelencia de conexión.
Esta obra puede ser, al mismo tiempo, un canal de meditación, un instrumento, un juego y también un canal de conexión con el espacio y otras dimensiones.
En palabras de la curadora, Laura Hakel: “Aizicovich imagina mensajes y pensamientos sonoros que viajan por el cosmos a la espera de una escucha, un contacto, una respuesta, un eslabón por construir en nuestra cadena de comunicación”. Y continúa, “Así, convierte a la sala del Museo en una gran antena: una base emisora y receptora que atraviesa el ruido blanco y la indiferencia que limita la relación diaria con los otros, para movilizar nuevas expresiones y encuentros”.
Durante la inauguración y el período de la exposición, se realizarán intervenciones performáticas a modo de activaciones en la sala, en las que cada visitante podrá interactuar con las obras y establecer su propio contacto con otras dimensiones posibles.