El 26 de noviembre se realizó “Assemblage”, una experiencia donde los sabores y el arte se encontraron de la mano del chef Dario Gualtieri y el artista Alejandro Avakian.
En su espacio de la calle Armenia 1378, en el barrio de Palermo Soho, el chef recreo las obras de Avakian a través de sus platos, mientras el artista pintaba obras comestibles que luego los asistentes disfrutaron.
En su espacio de la calle Armenia 1378, en el barrio de Palermo Soho, el chef recreo las obras de Avakian a través de sus platos, mientras el artista pintaba obras comestibles que luego los asistentes disfrutaron.
El bistró de Dario Gualtieri está ubicado en el barrio de Palermo, en una antigua casona de estilo italiano, con pisos calcareos y un imponente vitraux con vista al patio. En él se exhiben varias obras de Alejandro Avakian.
Alejandro Avakian es un artista argentino que vive y trabaja entre Barracas (Buenos Aires) y Brooklyn (Nueva York).
Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y allí conoció a Osvaldo Attila, su maestro. Al poco tiempo empezó a pintar en un taller del barrio porteño de San Telmo.
La vida académica quedó al margen. Así pudo profundizar el camino de una expresión personal, donde la forma y el contenido fueran de la mano y la libertad se transformara en la base de su obra. En esa época surgen los primeros planos blancos y las figuras de sus cuadros se desmaterializan. Su lenguaje se vuelve expresionista y a veces desmesurado.
Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y allí conoció a Osvaldo Attila, su maestro. Al poco tiempo empezó a pintar en un taller del barrio porteño de San Telmo.
La vida académica quedó al margen. Así pudo profundizar el camino de una expresión personal, donde la forma y el contenido fueran de la mano y la libertad se transformara en la base de su obra. En esa época surgen los primeros planos blancos y las figuras de sus cuadros se desmaterializan. Su lenguaje se vuelve expresionista y a veces desmesurado.
“Hoy podría decirte que ya no es más allá o más acá. El Universo se expandió y es parte de la misma experiencia. Encontrar gente increíble en el mundo que se pregunta o indaga sobre temas muy cercanos: de dónde venimos y hacia dónde vamos. Son preguntas que no serán abarcadas en su totalidad ya que la condición humana es limitada en sí misma. ¡Pero sí nos permiten acercarnos y darle sentido al presente! Cuando pinto siento que por ese instante la vida se detiene y es casi eterna. Es decir, se aleja de la muerte. Esto dura un par de días luego vuelvo a la finitud humana” expresa Avakian sobre él y su obra.