El Espacio de Arte de la Fundación Osde presenta la muestra "Jorge Gamarra, retrospectiva: materia /forma / símbolo", curada por María José Herrera que podrá visitarse hasta el 22 de octubre.
Como se explaya ampliamente la curadora en el texto de catálogo, a lo largo de los últimos cincuenta años el artista produjo un universo de imágenes en las que predomina la síntesis formal, el “menos es más”, consigna rectora del movimiento moderno de la que el escultor históricamente se nutre. En sus inicios comenzó con lo que estaba más a mano: la madera y casi paralelamente con el acrílico, para luego experimentar con la talla en distintos tipos de piedra.Gamarra, heredero de la tradición de la serie del arte geométrico, admirador de las formas industriales, agota una idea experimentando con ella en sutiles variantes y distintos materiales. Desde las esferas y lentes ópticas que lo inscribieron en el arte óptico˗cinético, siguiendo con las contundentes tallas de geometría orgánica con las que obtuvo el prestigioso Premio Palanza, hasta los actuales “fósiles”, “herramientas” (piedra y metales) y “geometrías monumentales” en piedra, el escultor despliega un repertorio donde se agrega la intensidad del símbolo a los términos materia / forma de sus comienzos.
En la muestra se exponen más de 90 esculturas ordenadas en cuatro núcleos que eluden el orden cronológico. El primero de ellos "La belleza de lo útil" se centra en las herramientas como instrumentos del oficio del escultor que no sólo son útiles, sino bellos. Estos prolongan las habilidades del brazo del escultor que aprende a inventarlas y fabricarlas por sí mismo para resolver desafíos que la materia le presenta a cada paso. "Acciones sobre la materia" constituye un segundo eje en el que con precisión, el artista construye piezas de contundente presencia matérica que monumentalizan el gesto, las acciones, y producen paradojas visuales de gran expresividad. En "La línea en el espacio", el tercer núcleo, se reúnen una serie de obras de los años 90 y que, continúan en la actualidad con la línea como el tema principal. Por último, en la zona de "La geometría monumental", las obras altas, frontales y firmemente ancladas a la tierra remiten a antiguas representaciones y a las primeras formas arquitectónicas creadas por el hombre.
Nuevamente, en palabras de María José Herrera “… podemos sintetizar que cada obra asume un lugar ejemplar dentro de la producción del artista. Se instala como fundadora de una genealogía, de una serie conceptual. Cada obra es una forma conclusiva, completa, autónoma, pero no puede separarse del proceso -tanto de la materia como del espíritu de quien la creó- y la condujo a su totalidad y perfección posible”.
Jorge Gamarra nació en Buenos Aires el 20 de febrero de 1939. Egresado de un secundario especializado en modelismo industrial, desarrolló varios oficios. Expone en muestras colectivas desde 1965. Recibió los principales premios de los salones nacionales y municipales como el Premio Konex de Platino, entre otras distinciones, y fue incorporado como miembro de número de la Academia Nacional de Bellas Artes, en 2009. Realizó dos muestras retrospectivas (MNBA, 2005 y MNBA de Neuquén, 2007). Poseen su obra el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo de Arte Moderno
de la Ciudad de Buenos Aires, el Museo de Artes Plásticas “Eduardo Sívori”, el Museo de Arte Tigre, el Espacio Killka, y coleccionistas particulares, entre otros. Sus obras se encuentran emplazadas en Puerto Madero (CABA), el campus Miguelete de la Universidad Nacional de San Martín (provincia de Buenos Aires), el parque escultórico de la ciudad de Resistencia (Chaco) y en el Parque de la Ciudad Universitaria de Quito (Ecuador).
de la Ciudad de Buenos Aires, el Museo de Artes Plásticas “Eduardo Sívori”, el Museo de Arte Tigre, el Espacio Killka, y coleccionistas particulares, entre otros. Sus obras se encuentran emplazadas en Puerto Madero (CABA), el campus Miguelete de la Universidad Nacional de San Martín (provincia de Buenos Aires), el parque escultórico de la ciudad de Resistencia (Chaco) y en el Parque de la Ciudad Universitaria de Quito (Ecuador).
En el marco de la exposición, se realizarán diversas atividades:
Jueves 1 de setiembre a las 19.30 hs: encuentro con la curadora María José Herrera, que expondrá acerca de la experiencia curatorial como interpretación y los testimonios de las motivaciones para la creatividad.
Jueves 6 de octubre a las 18 hs: mesa redonda con la participación de Ricardo Blanco, Xil Buffone, José Emilio Burucúa y Juan Cavallero. Coordina: María José Herrera.
En las salitas, Gabriela Pino presenta la intervención "Una caverna de amor".
La propuesta de la artista apunta a convertir este espacio en una gruta, posible refugio de una historia de amor plena de alocadas pasiones, como así lo fue el relato medieval de Tristán e Isolda.
Para ello dispone en la primera sala, una mesa con vajillas y esculturas realizadas en manteca, material proclive a derretirse que da cuenta de la fragilidad de ese refugio temporal e imaginario que diseñó la artista. Esas piezas de ser manipuladas, se desvanecerían en un instante. Lo inasible de la vida y los sueños se encuentra en ellas presente.
En la segunda sala es donde Gabriela Pino imagina la consumación del amor de Tristán e Isolda.
Toda la instalación está pensada como la creación de un lugar seguro, de contención, de confianza, de un hogar idealizado para defenderse de todo aquello que no tiene límites ni contención. Permanecerá hasta el 16 de setiembre.
Para ello dispone en la primera sala, una mesa con vajillas y esculturas realizadas en manteca, material proclive a derretirse que da cuenta de la fragilidad de ese refugio temporal e imaginario que diseñó la artista. Esas piezas de ser manipuladas, se desvanecerían en un instante. Lo inasible de la vida y los sueños se encuentra en ellas presente.
En la segunda sala es donde Gabriela Pino imagina la consumación del amor de Tristán e Isolda.
Toda la instalación está pensada como la creación de un lugar seguro, de contención, de confianza, de un hogar idealizado para defenderse de todo aquello que no tiene límites ni contención. Permanecerá hasta el 16 de setiembre.
En el espacio vidriera se presenta la intervención "El broche" del artista Roberto Elía.
Como forma pura, como parte de un otro o en alusión al cuerpo humano, "el broche" (de la ropa) es un elemento que el artista ha trabajado a lo largo de su extensa carrera.
La inestabilidad de las mesas de los bares en donde Elía se sentaba a estudiar era remediada con la mitad de un broche debajo de una de las patas a modo de cuña, y éste es el punto de partida de la utilización de este elemento.
En la vidriera se disponen su mesa de trabajo, fragmentos de un broche monumental: algunos de los múltiples modos de trabajar la forma, el volumen y el espacio a partir de este objeto de uso cotidiano. Cierra el 22 de octubre.
La inestabilidad de las mesas de los bares en donde Elía se sentaba a estudiar era remediada con la mitad de un broche debajo de una de las patas a modo de cuña, y éste es el punto de partida de la utilización de este elemento.
En la vidriera se disponen su mesa de trabajo, fragmentos de un broche monumental: algunos de los múltiples modos de trabajar la forma, el volumen y el espacio a partir de este objeto de uso cotidiano. Cierra el 22 de octubre.
Todas las muestras se pueden visitar de lunes a sábado de 12 a 20 hs. con entrada libre y gratuita en Suipacha 658, primer piso, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Más información en: www.artefundacionosde.com.ar.
