11 de diciembre de 2010

Notable muestra del patrimonio artístico del Banco Nación

El 14 de diciembre se inaugura en el Centro Cultural Borges, una excepcional exposición de artes visuales con obras pertenecientes a la colección que el Banco de la Nación Argentina alberga en su Casa Central y que se prolongará hasta el 16 de enero de 2011.
Walter de Navazio - Paisaje luminoso, 1910/1915 - óleo sobre cartón
La muestra abarca casi 200 años de arte argentino, ya que incluye desde iconografías de mediados del siglo XIX raramente expuestas, como la gran vista panorámica de Buenos Aires realizada por Eduard Kretschmar en 1842, hasta obras de artistas contemporáneos premiados en el Salón del BNA, como León Ferrari, Víctor Quiroga o Felipe Pino.
Fernando Fader - Dormitando, 1904/1907 - óleo sobre tela
El objetivo principal de esta exposición, curada por Roxana Olivieri, es celebrar los 200 años de la Revolución de Mayo exhibiendo una selección de las piezas más relevantes, para dar oportunidad al público de conocer, apreciar y valorar una colección pública que hasta el momento ha permanecido en el ámbito privado de la institución.
Karl Oenike - Buenos Aires: Plaza de Mayo, 1887/1891
Iconografía coloreada sobre papel

El recorrido comienza con un núcleo de obras históricas denominado "El Banco y Buenos Aires". En palabras de Roxana Olivieri, "allí se conjuga la historia del Banco -personificada en los retratos de los Presidentes y la efigie de su Fundador, Carlos Pellegrini, realizado por Joaquín Sorolla y Bastida- junto con imágenes de Buenos Aires tomadas por artistas viajeros y locales que recrean la vida y la arquitectura de principios del siglo pasado, como lo muestran las litografías de Karl Oenike y Auguste Claireaux y los óleos de Karl Kaufmann". Es de destacar que el retrato del primer presidente del Banco, Vicenta Casares, lo realizó Solomon Joseph Solomon, uno de los mejores retratista de su tiempo.
Benito Quinquela Martín - Descarga, 1971 - aguafuerte coloreada sobre papel
A continuación se presenta "La colección", un recorrido por un diverso conjunto de obras que abarca paisajes académicos y contemporáneos –desde Spilimbergo, Sívori y Larco hasta Russo, Robirosa y Seguí–, la figuración clásica y moderna, con Fader y Bermúdez, junto a Seoane, Deira y Macció, las naturalezas muertas de Forte, Fara y Rossi, y obras abstractas que van desde una geometría rigurosa hasta una abstracción libre, con Ary Brizzi, Torres Agüero y Pérez Celis.
Ary Brizzi - Espacios oblicuos II, 1971 - acrílico sobre tela
Además se expondrá Ailee n°5 (1976) de Alicia Penalba y el magnífico grupo escultórico de Pablo Curatella Manes, integrado por Ninfa acostada (1924), El acordeonista (1922) y la Caída de Ícaro (1926). A estas obras de artistas argentinos se agrega el bronce Primavera (ca. 1880), del francés Aimé Millet, autor del frontis de la Opera de París.
Pablo Curatella Manes - Caída de Ícaro, 1926 - bronce
El tercer y último núcleo de esta exposición está constituido por los primeros premios adquisición del Premio a las Artes Visuales (2000-2001) y del Salón Nacional de Pintura, que la Fundación Banco de la Nación Argentina organiza desde 2003. A través de estos concursos se sumaron al acervo cultural del BNA importantes obras de arte contemporáneo, como la instalación Publicidad, de Jorge Macchi (2000); Flores, bichos, aviones y helicópteros, de León Ferrari (2001); La Saramama (2004) del tucumano Víctor Quiroga, y Estigma (2008), de Felipe Pino.
León Ferrari - Flores, bichos, aviones y helicópteros, 2001 - collage
Un rico patrimonio
Un trabajo de investigación realizado por la curadora de esta muestra, le permite estimar que el BNA "cuenta con un acervo de más de cuatrocientas obras de arte, entre las que se cuentan pinturas, dibujos, grabados y esculturas. Esta colección, al igual que la de otros bancos oficiales, tiene la característica de ser ecléctica, mayormente por la forma en que las obras se fueron incorporando, tanto sea por adquisición en subastas como por donación".
Por su parte, el historiador y museólogo Gabriel Miremont afirma: "No era usual que una institución bancaria se transformara en un repositorio de arte, cuando esta colección comenzó a formarse, a finales del siglo XIX. Este dato nos habla de una sensibilidad muy particular de quienes dirigieron el Banco y supieron apreciar el valor de lo cultural y de lo histórico".
El especialista agrega que "por diversas razones, estas obras no se encuentran al alcance del público masivo; y sin embargo reflejan la historia de nuestra gente. Presentar hoy, en el marco del Bicentenario, esta importante colección, es una manera de democratizar aún más estas obras al compartir ese rico patrimonio cultural con el gran público, dándole una trascendencia que excede al importante grupo de autores que en diversidad de técnicas y soportes han realizado este selecto conjunto".