Henrique Faria Buenos Aires presenta la exposición “Cómo traer una imagen al mundo” de Delia Cancela, del 3 de marzo al 8 de abril de 2015.
“Delia Cancela: cómo traer una imagen al mundo
Las imágenes no nacen huérfanas, por el contrario, surgen en entramados atravesados por relaciones de sentido. Quizá el siglo XX –ese prolífico ensayo de asociaciones provocadoras capaces de cuestionar jerarquías y ordenamientos impuestos- sea el responsable detrás de nuestra fascinación por volver hacia ellas con la esperanza de develar vínculos inéditos y nuevos lazos de significado. Esa misma mirada será la que guiará el análisis de los trabajos realizados por Delia Cancela entre finales de los años 70 y principios de los 90.
Resulta evidente la complejidad de la empresa cuando nos encontramos ante una artista que participó de ámbitos tan diversos como el Instituto Torcuato Di Tella o la escena de la moda europea en las últimas décadas del siglo XX. Sin embargo, se trata de identificar características que atraviesen su producción, no para solidificar sentidos, sino para reconocer ciertas persistencias en su poética. Así, por ejemplo, en el registro fílmico de la presentación de la colección Impressions de Pablo et Delia en 1979 es posible distinguir aquellos procesos de creación colaborativa que han sido característicos de su trabajo. Esos vestidos que se mostraron por primera vez en el teatro parisino Le Palace respondían a una génesis compleja que contrasta con la organización y el orden que sugiere la grilla con los setenta y seis dibujos que señalan cada pasaje. Hasta el último instante, toda persona detrás de escena participaba en darle al vestido su forma final.
Desde los años 70 y hasta comienzos de los 80, la colaboración entre Delia y Pablo Mesejean había convertido a la creación en una empresa conjunta. En la década siguiente, sin embargo, las dinámicas de trabajo se modificarían completamente no sólo ante la ausencia de Pablo sino frente a nuevas condiciones de producción.
Impressions, 1979. Registro de performance realizado con Pablo Mesejean en Theatre Le Palace París, marcador sobre papel |
En los impresos exhibidos –diseños propios de Delia para una firma francesa de ropa- es posible distinguir algunas de estas características. El proceso de fabricación de estas piezas comenzaba cuando en talleres especializados se reproducían sus dibujos –realizados primeramente en témpera o acuarela- para luego multiplicarlos a lo largo del rapport hasta alcanzar las medidas definitivas. En el siguiente paso, la impresión sobre papel servía para revisar errores y ensayar las diversas combinaciones de color antes de su traslado definitivo a la tela. En la monumentalidad de sus dimensiones es posible distinguir todavía las marcas de las correcciones hechas a mano, los sellos de los talleres de Lyon y los cortes que Delia les realizó en años posteriores.
A esas dinámicas sólo tenemos acceso, sin embargo, por su recurrencia a revelar los procesos de producción. Dejarlos en evidencia podía implicar tanto remarcar la importancia de la experiencia en la realización –como en los párrafos finales de la revista Yiyish presentada junto a Pablo en 1968- como descubrir ciertos mecanismos internos de la institución artística o de la moda. Un develar que podía darse, por ejemplo, al hacer desfilar a las modelos con bolsas de residuo – utilizadas para distribuir las prendas a la prensa especializada- o al vestir con ropa Cancela-Mesejean al personal administrativo del Instituto Di Tella.
Existen al menos otros dos aspectos que son posibles de distinguir en las piezas exhibidas. El primero, un repertorio iconográfico finito donde ciertas figuras aparecen y reaparecen, como si sólo un ensayo combinatorio pudiese dar nacimiento a nuevas imágenes. El segundo -de caracteres eminentemente formales- se funda en una particular relación entre la distribución del color y el uso de la línea en sus obras.
Como si se tratase de enmiendas al catálogo de placer y deseo del manifiesto Nosotros Amamos, algunas figuras retornan una y otra vez en la obra de Delia, imágenes a las que tenemos la sensación de regresar aún cuando las estemos viendo por primera vez: flores y plantas, nubes y cielos, corazones y rostros con ojos inmensos o gatos desplegados en la tela parecen la continuación de los cuerpos tostados, las canciones de moda y los finales felices.
Diseño Bon à tirer, 1989, tinta sobre papel |
Desde esa combinación de elementos surge la necesidad de resolver el vínculo entre el despliegue del color y la línea. En algunos casos, como en aquellos trabajos que parecen evocar los recortes de Matisse, una economía de la representación deviene en figuras claras con contornos precisos. En otros, esa relación se vuelve más compleja y descubre la fascinación de Delia por los grabados antiguos, aquellos donde las tintas no terminan de corresponderse entre sí en la sucesión de impresiones. Características que podrían rastrearse en sus cajas de luz, sus imágenes inspiradas en Bonnard o, incluso, en aquellos diseños presentados en Experiencias Visuales ́67 donde la línea llegaba allí donde ya no había color.
Procesos de creación compleja, exposición de procedimientos, recurrencia de motivos y relaciones entre la línea y el color son sólo cuatro aspectos característicos no de un universo de producción particular –la moda o el arte- sino hilos que atraviesan el trabajo de Delia Cancela. En este sentido, la muestra excede su rol de exhibición para convertirse en un espacio de condensación donde esas relaciones quedan evidenciadas tanto por el montaje como por la selección de este conjunto de piezas realizadas durante los años 70, 80 y 90.
Es el territorio donde la imagen se construye, allí donde ellas vienen al mundo, el que las obras de Delia nos proponen recorrer. Una invitación que trae a la mente aquellas palabras que ella misma utilizó para su performance Cortar y Pegar en el año 2000: ‘Entre, mire, es por el placer de los ojos’.” Agustín R. Díez Fischer.
Se puede visitar de lunes a viernes: 11:30 a 20 hs en Libertad 1628, Buenos Aires. Sábados con cita previa al tel.: + 54 11 4813 3251 o al mail: info@henriquefaria-ba.com.